La Comisión Permanente del Episcopado católico argentino terminó ayer su reunión de tres días sin ningún pronunciamiento oficial volviendo a insistir, a través del vocero Jorge Oesterheld, en que “el tema no es discutir cifras sino preocuparse por hacer algo”. De esta manera el sacerdote salió a responder al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien había señalado que las cifras que maneja la Iglesia respecto de la pobreza en el país responden a un criterio “subjetivo”. “Es un trabajo científico de la UCA (Universidad Católica Argentina) que está disponible y publicable”, dijo Oesterheld al respecto. “No creo que pueda llamárselo subjetivo”, agregó.

El presidente de la Comisión de Pastoral Social, el obispo Jorge Casaretto, sostuvo semanas atrás que la pobreza se ubica en torno del 40 por ciento, aunque después se rectificó afirmando que se sitúa en aproximadamente el 33 por ciento. Cualquiera de las dos cifras están muy por encima de los registros oficiales.

El vocero episcopal afirmó también que la Iglesia viene trabajando sobre la problemática de la pobreza “desde hace tiempo” y agregó que durante la reunión clausurada ayer “se profundizó la cuestión” y se buscaron acciones concretas para continuar en esa línea. En varios diálogos con funcionarios en las últimas semanas, los obispos directamente encargados de cuestiones sociales insistieron en la necesidad de desarrollar políticas públicas para combatir la pobreza. El propio Oesterheld reconoció en días pasados que el Gobierno “ha hecho mucho” pero “hace falta hacer mucho más”.

Durante la reunión, los obispos decidieron impulsar propuestas para proteger los derechos de la niñez. “En medio de la emergencia social, los niños desprotegidos deben ser prioridad”, dijo Oesterheld. Al respecto, el vocero dijo que la Iglesia “viene trabajando hace años en diferentes iniciativas de contención social y lo seguirá haciendo de cara al Bicentenario”, porque la lucha contra la pobreza “no debe ser una cuestión coyuntural que desaparezca después de tres o cuatro días en los medios”.

Oesterheld consideró que “es gravísima” la desnutrición en el noroeste argentino y estimó que hay que apuntalar el trabajo con los migrantes, sobre todo en la Patagonia donde llegan numerosas personas de Bolivia y Paraguay.

Los obispos quieren apoyar la idea de una asignación universal para los niños, siguiendo un modelo similar al que se implementó en la provincia de Buenos Aires. La tarea de elaborar una propuesta concreta sobre el particular fue encomendada de manera conjunta a las comisiones de Pastoral Social, Justicia y Paz y a Cáritas.

Ante una consulta periodística frente a la posibilidad de que se avance en la despenalización de la tenencia de drogas para uso personal, Jorge Oesterheld dijo que “es conocida la posición de la Iglesia al respecto: hay que evitar todo lo que facilite el acercamiento de la droga a los jóvenes”. Si bien negó que el tema haya sido tratado en la reunión de la Comisión Permanente, afirmó que “hay que dificultar el acceso y no facilitarlo”, razón por la cual, “en un principio estamos en contra de la despenalización”. Distinguió, sin embargo, que lo anterior “no significa criminalizar”.

Del 21 al 23 de agosto se realizará en La Falda (Córdoba) el II Encuentro Nacional de Pastoral de Drogodependencia, organizado por la Conferencia Episcopal Argentina. Allí se hará la presentación de un plan nacional de la Iglesia Católica para dar respuesta a las problemáticas que plantea la drogodependencia.