El Gobierno otorgó 200 millones de pesos adicionales en subsidios a los bancos para créditos pyme, que las entidades trasladarán a sus clientes en la forma de menores tasas de interés. Además, aumentó el cupo de beneficios fiscales previstos por la Ley de Promoción de Inversiones (LPI) en 200 millones de pesos para grandes empresas y 50 millones para pymes. Lo anunció la presidenta, Cristina Fernández, acompañada por la ministra de Industria, Débora Giorgi, y el titular de Hacienda, Amado Boudou. Desde la entidad que nuclea a las empresas pymes celebran la mejoría que viene logrando el sector en los últimos años, pero advierten que muchas de las herramientas que pone a su disposición el Gobierno en realidad terminan beneficiando sólo al segmento de empresas pyme más privilegiado.

El monto total ofertado por los bancos durante la licitación que encabezó CFK ascendió a 1720,2 millones de pesos, de los cuales se adjudicaron 200 millones entre 23 entidades de todo el país. Recibieron algo más de 23 millones cada uno el Banco Patagonia, Provincia, Credicoop, Galicia, BBVA, Francés y Santander Río. Con casi 12 millones se quedaron el BICE y el Macro. Entidades como el Nación, Ciudad y otras de carácter provincial se llevaron el resto.

Estos bancos recibirán un subsidio de tasa de hasta 5 puntos y no podrán ofrecer créditos a pymes a una tasa superior al 10 por ciento anual, para financiar capital de trabajo e inversiones productivas. El régimen funciona a través de la Secretaría de Pequeña y Mediana Industria (Sepyme), que subsidia hasta 2 puntos de la tasa si la beneficiaria es una mediana empresa, y 3 puntos si es micro y pequeña. Se adicionan puntos subsidiados en función de la facturación de la empresa y del tipo de crédito –a largo, mediano o corto plazo– del que se trate.

Abarca a los sectores de industria, comercio, construcción y servicios. En caso de préstamos para capital de trabajo, el monto máximo es de 300 mil pesos, que se amplía a 500 mil para inversiones productivas. “Saludamos esta política, porque se va a consolidar una tasa testigo. Pero sigue sin haber una estrategia dirigida a las microempresas. Muchos de estos beneficios terminan obteniéndolos empresas de 200 o 300 empleados, que pertenecen al universo menos necesitado de las pymes”, destacó ante Página/12 Francisco dos Reis, titular de Apyme.

Por otro lado, aumentó el cupo de beneficios fiscales que prevé la LPI. Con esta decisión, el llamado inicial de diciembre de 2009 pasó a ser de 900 millones para las grandes empresas y de 350 para las pymes. El régimen permite acceder a la devolución anticipada del IVA y/o amortización acelerada de Ganancias. Hay proyectos en carpeta con inversiones por más de 10 mil millones de pesos.