El alejamiento de la responsable de Aduana, Silvina Tirabassi, fue confirmado ayer en el Boletín Oficial. La funcionaria, quien dejó su cargo el jueves pasado, y el titular de AFIP, Ricardo Echegaray, arrastraban una deteriorada relación profesional. La dirección de la DGA quedará a cargo de María Siomara Ayeran que, hasta el momento, se desempeñaba como directora general de Recursos de la Seguridad Social del ente recaudador. Las distintas versiones sobre las causas de la salida de Tirabassi coinciden en resaltar que no se trató de un episodio aislado. El tenso vínculo que mantenían la ex encargada de la Aduana y Echegaray se había desgastado en los últimos meses.

Los rumores sobre la salida de Tirabassi se conocieron el viernes, pero recién ayer se confirmó la situación tras la publicación de los cambios en el Boletín Oficial. El hermetismo en el ente recaudador alrededor de las modificaciones en las autoridades de Aduana responde, en parte, al hecho de que el titular de AFIP no se encuentra en el país. La resolución publicada ayer establece que Tirabassi será reintegrada a las funciones que desempeñaba antes de ascender al cargo.

La flamante responsable de la Aduana es una licenciada en comercio exterior cercana a Echegaray, que recientemente había sido nombrada a cargo de la Dirección de Recursos de la Seguridad Social. Según sostuvieron desde AFIP, Ayeran cuenta con experiencia en el control del comercio exterior ya que se desempeñó en distintas aduanas provinciales, como la de Gualeguaychú, y la subdirección general de operaciones aduaneras metropolitanas, hasta que desembarcó en la AFIP de la mano de Echegaray.

Desde organismos de gobierno y sectores empresarios vinculados con la actividad sostienen que la relación profesional entre Tirabassi y Echegaray estaba deteriorada por diferentes motivos –operacionales y políticos– y ya no se dirigían la palabra en las reuniones que compartían. Si bien las diferencias se volvieron evidentes en los últimos meses, la ex titular de la Aduana no era una funcionaria ajena a la gestión del responsable de AFIP. Ambos compartieron gran parte del recorrido político reciente. Además, la ex funcionaria mantenía un buen vínculo con la Casa Rosada.

Hace más de seis años, Echegaray designó a Tirabassi al frente de la Aduana de Río Grande, Tierra del Fuego. En 2008, la abogada reemplazó en la dirección de la DGA a Echegaray cuando éste fue desplazado por la presidenta Cristina Fernández durante un enfrentamiento con el entonces director del ente recaudador Alberto Abad, quien también debió abandonar su puesto. Su designación a cargo de la DGA fue considerada un gesto político de apoyo a Echegaray, quien semanas más tarde fue nombrado como titular de la AFIP. Las versiones sobre la ruptura varían desde diferencias en la implementación de controles hasta un enfrentamiento a partir de la causa judicial que investiga irregularidades de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

Desde el organismo recaudador aseguran que Tirabassi renunció. Y niegan que haya existido un enfrentamiento verbal la semana pasada entre la abogada y Echegaray. De todas formas, reconocen que la relación no atravesaba su mejor momento. El cambio en la DGA no es el único que tuvo lugar en el organigrama de la institución, Echegaray nombró a Fabián Di Risio en lugar de Alberto Martínez en el cargo de subdirector general de Grandes Contribuyentes. A su vez, José Antonio Bianchi fue nominado subdirector general de Planificación.