“La economía vuela”, describió un funcionario del Palacio de Hacienda, con la mirada fija en el informe sobre la evolución del nivel de actividad que publicó ayer el Indec. Por segunda vez en el año, en julio el crecimiento superó el 9 por ciento. Fue exactamente de 9,1 puntos contra igual mes de 2005. Entre enero y julio, la expansión fue de 8,5 por ciento respecto del mismo período del año pasado. El resultado superó las previsiones del equipo económico y de la mayoría de los consultores, quienes seguramente corregirán hacia arriba su pronóstico sobre cuánto será el crecimiento global de 2006. Su último cálculo, según la encuesta del Banco Central, fue 7,8 por ciento, pero ese número se movería por lo menos un par de décimas.

Felisa Miceli no quiso perder la oportunidad de mostrar en Nueva York el impactante 9,1 por ciento. A la salida de una reunión con empresarios, en la que acompañó a Néstor Kirchner, la ministra dio a conocer la noticia, con lo cual se anticipó un par de horas a su difusión oficial por parte del Indec. “Ya nadie duda de la economía argentina”, resaltó, respaldada en el nuevo indicador y en el anuncio de inversiones que formularon en aquel encuentro la cadena de supermercados Wal Mart y la petrolera Occidental Petroleum. Miceli evitó una confrontación directa con los diarios estadounidenses que el día anterior habían cuestionado el estilo de gestión del Gobierno, pero sus palabras parecieron una respuesta a esas críticas. The Wall Street Journal, medio que refleja las opiniones del establishment financiero, había tildado a Kirchner de “señor antimercado”.

El equipo económico maneja una estimación “moderada” y otra “realista” sobre cuál será el crecimiento total de 2006. La primera es 8,0 por ciento y la segunda, 8,5. Son niveles muy altos luego de tres años seguidos con subas que dejaron atrás toda la caída de la crisis de 1998 a 2002. En 2003 el crecimiento fue de 8,8 por ciento, en 2004 de 9,0 y en 2005 de 9,2. La recuperación se inició en diciembre de 2002, cuando se produjo un leve aumento interanual de 1,0 por ciento. Desde ese momento a julio pasado se encadenaron 44 meses consecutivos con crecimiento interanual.

Otro dato importante del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) de julio es que ese mes la economía creció 1,0 por ciento respecto de junio en la medición sin estacionalidad. Podría ser el inicio de una tendencia de aceleración de la expansión en el segundo semestre, especulan en Hacienda. El pronóstico “optimista” en esa cartera es de un avance de la economía de 9,0 por ciento.

El EMAE es un informe que el Indec publica todos los meses a modo de adelanto de la evolución del PBI, cuyos datos definitivos se conocen en forma trimestral.

El Presupuesto de este año fue elaborado con una pauta de crecimiento de 4 puntos, pese a que por el arrastre de 2005 era evidente que se superarían los 6. Lo mismo ocurre con el proyecto de Presupuesto para 2007. Miceli volvió a anotar cuatro por ciento y, otra vez, todo indica que se quedará muy corta. La oposición cuestiona esa estrategia, al considerar que de ese modo el Gobierno administrará una mayor cantidad de recursos sin depender de la asignación de gastos que haga el Congreso.

“Estamos realmente satisfechos y contentos”, indicó la ministra desde Nueva York con el resultado del EMAE. “Hay un buen clima de inversiones de empresas norteamericanas en Argentina y esto tiene que ver con la buena perfomance de la economía”, evaluó. Luego polemizó con quienes advierten que la situación energética se convertirá en una barrera para el crecimiento: “Al común de la gente le digo que no se deje encantar por los cantos de sirena, porque en 2004 nos anunciaban que nos íbamos a morir de frío y sin embargo aquí estamos”.

Un aspecto positivo del actual proceso de crecimiento es que alcanza a la mayoría de los sectores, con la industria, la construcción y el agro a la cabeza y tiene una amplia cobertura territorial. Eso lo diferencia de la etapa expansiva de la convertibilidad, que quedó limitada al sector servicios y a las grandes ciudades.