En un mercado convulsionado por las denuncias de faltante de oferta y riesgo de desabastecimiento para las tareas agrícolas, la empresa Shell incorporó una modificación en el mercado de gasoil que le va a alterar los nervios a más de uno, tanto en el ámbito oficial como privado. Lanzó al mercado un nuevo producto, el V Power Diesel, con un valor 10 por ciento más caro que el que cobra por el producto que hoy ofrece en surtidor (Pura Diesel). Pese a que el gobierno nacional ha evitado hasta ahora por todos los medios que las petroleras trasladen al precio del gasoil en surtidor las presiones de la demanda, Shell tomó precisamente de una resolución de la Secretaría de Energía que la habilitaría a cobrar un precio diferencial cuando se trate de un producto de calidad superior.

“Es un producto opcional de características superiores”, describió, y se justificó a la vez, el presidente de Shell, Juan José Aranguren. El V Power Diesel saldrá al mercado a un valor de $ 1,649 por litro, quince centavos más caro que el Pura Diesel ($ 1,499) y 17 centavos más que el gasoil común ($ 1,479), que ya no se comercializa en la Ciudad de Buenos Aires. “Shell mantendrá una opción al precio del combustible más bajo que hoy tiene disponible el cliente: en Capital, el Pura Diesel se reemplazará por el Shell Diesel, de características similares y al mismo precio; en el interior, desaparece el gasoil común, pero el Shell Diesel se venderá al precio que, en cada lugar, tenía aquél”, aseguró el titular de la petrolera.

La compleja combinación de precios y sustituciones dará, como resultado, un aumento en los ingresos de la petrolera “que permitirá ir recomponiendo lentamente la situación del mercado”, admitió Aranguren. El propósito es “provocar que el que pueda pagar más por un mejor producto, pague, recomponiendo la rentabilidad perdida”, agregó. El directivo agregó que también se beneficiará a las estaciones de servicio, cuya bonificación en pesos por litro aumentará en un 20 por ciento por litro del nuevo producto.

Pese a que el cambio en la estrategia comercial de Shell estaría enmarcada en las normas previstas por Energía, es de esperar que la novedad no caiga simpática en Comercio Interior. “No hablamos con nadie del Gobierno para anticiparle nada. ¿Por qué habríamos de hacerlo?”, se preguntó Aranguren. Contacto que ni siquiera consideró necesario después que Comercio Interior le enviara, el lunes, una inspección con casi una decena de agentes que recabaron información que excedía largamente los habitualmente requeridos para un seguimiento de las políticas comerciales.

Shell introducirá un producto más caro. Pero, como señaló Aranguren, no aumenta su oferta global en litros. “Nuestra refinería ya trabaja al tope.” Es decir, que reemplazará productos más baratos por otro más caro. Shell viene perdiendo porciones del mercado de gasoil, entre otros motivos porque se negó a importar para abastecer el consumo doméstico. Eligió apostar a un mercado “top”. “¿Repsol dice que se quedó con una porción de mercado mayor que la que quiere? Fue Repsol el que decidió no aumentar los precios cuando otros aumentaron, el año pasado”, le respondió Aranguren a su competidora. Del Gobierno, en cambio, prefiere no hablar. Ni habla con él.