Tras una extensa jornada de discusión, los trabajadores de la Unión Obrera Metalúrgica y los empresarios de Adimra decidieron ayer pasar a un cuarto intermedio hasta mañana para definir la recomposición salarial para el año en curso, que oficia de testigo para el resto de discusiones pendientes. La envergadura de esta paritaria está probada por la intervención del propio ministro Carlos Tomada que, según trascendió de esa cartera, habría facilitado “grandes avances”. Hoy será el turno de los bancarios en la cartera laboral.

La discusión de los metalúrgicos se está haciendo en varias etapas y resultó complicada por la distancia original entre el pedido de 20 por ciento planteado por los metalúrgicos y el 10 que ofreció de movida Adimra, la cámara patronal con la que pulsea el gremio que nuclea a más de 200 mil trabajadores. La clave es ver si, finalmente, esta puja se resuelve en torno del 15 por ciento, pauta sugerida oficiosamente desde el Gobierno, y que ya respetaron otras paritarias cerradas en el año.

Los bancarios también están plantados en un ajuste del 20 por ciento a regir desde el 1° de marzo. En enero y febrero, las remuneraciones mejoraron en función del cobro de dos sumas fijas de 300 y 350 pesos, respectivamente, que resultaron de un acuerdo celebrado en diciembre, aumento al que se añadiría aquel porcentual.

El problema, según señala el gremio conducido por Juan José Zanola, es cómo podría computarse aquel incremento global en las distintas categorías de trabajadores y de acuerdo con su diferente antigüedad. Otra dificultad a salvar es la existencia de varios interlocutores patronales, que incluyen las cámaras de bancos nacionales, la de los extranjeros, el Credicoop y el Banco Central.

“Hay sectores y sectores, como dijo el Presidente. Y el financiero es uno de los más notorios beneficiados por la recuperación económica”, señalaba ante este diario un miembro del secretariado general bancario, desnudando la expectativa de que la paritaria finalmente se cierre con un ajuste muy próximo al reclamo.

Los antecedentes de paritarias en el 2007 corresponden a los acuerdos celebrados por los trabajadores del vino, el tabaco y el vidrio, que se avinieron a un incremento del 15 por ciento para todo el año, en coincidencia con la implícita pauta oficial. Si bien tienen una envergadura menor a la de las paritarias que se están definiendo ahora, de esos acuerdos esbozaron una tendencia a moderar las pretensiones de recomposición salarial, aproximándolas a lo que, se estima, podría ser la inflación real del año.

Días atrás, el titular del gremio de Obras Sanitarias y actual titular de Aysa, José Luis Lingeri, convalidó formalmente aquel tope sugerido por el Gobierno al afirmar que “la tendencia que se está marcando es de un aumento del 15 por ciento”. Pero fue todavía más allá cuando recomendó evitar una carrera entre precios y salarios “que conduzca a un desborde inflacionario”.