La automotriz General Motors registró en el último trimestre una pérdida de 9600 millones de dólares, según los balances presentados ayer por la compañía en Detroit. La constructora estadounidense, que se encuentra por estos días a la espera de un salvavidas que la saque de la quiebra, volvió a dar cuenta de la delicada situación de sus finanzas. Según su estado de resultados, en todo 2008 las pérdidas ascendieron a 30.900 millones de dólares. La cifra fue incluso peor que las previsiones más pesimistas del mercado. Parte del rojo se explica por la caída de la facturación, que se redujo en un tercio en el trimestre final del año pasado. Además, en su filial brasileña eliminó 1633 puestos de trabajo temporales que estaban de licencia desde enero pasado.