Rafael Correa lanzó ayer la campaña para ratificar la nueva Constitución. “Aplastaremos al viejo país, a la oligarquía, a las estructuras caducas, a las mafias de siempre”, prometió el presidente ecuatoriano. Por un momento el mandatario volvió a ser el energético joven economista que hacía dos años prometía llegar al Palacio Presidencial y cambiar el país de pies a cabeza. Como en esos tiempos, lo acompañó una multitud de jóvenes, militantes indígenas y de movimientos sociales de todo el país.

Mientras la oposición prefiere hacer campaña a través de los medios de comunicación y la Iglesia, el gobierno ecuatoriano optó por sacar a su gente a la calle de cara al referendo del próximo 28 de septiembre. Frente a miles de personas, Correa pidió no repetir la historia del 2 de diciembre en Venezuela ni la de los referéndum revocatorios en Bolivia. “Van a recurrir a la violencia y sobre todo van a tratar de vejar al presidente, como veinte malcriados trataron de hacerlo la semana pasada”, afirmó Correa, recordando los incidentes que provocó su visita a una universidad privada de Guayaquil.