A dieciséis años de las únicas elecciones multipartidarias de su historia, Angola vuelve a volcarse a las urnas. Más de ocho millones de personas votarán hoy un nuevo Parlamento, en los primeros comicios desde el fin de la guerra civil que sacudió al país desde 1975. Después de 33 años en el poder, el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), del presidente José Eduardo Dos Santos, se perfila como el gran favorito, en un clima que los observadores internacionales calificaron de “tolerancia” y “libertad de expresión”.

Tras un mes de campaña, la veda electoral se sintió ayer en las calles de Luanda. Los colectivos con propaganda dejaron de circular y en la capital de cinco millones de habitantes sólo flameaban algunas banderas partidarias. Para la prensa local, el de ayer era un día de reflexión, un momento clave en la historia nacional. Hoy, a las 7 de la mañana, 14 mil centros de votación abrirán sus puertas para que los angoleños elijan a los 220 miembros de la Asamblea Nacional.

Unos 70 mil policías garantizarán la seguridad de los votantes, en un país marcado por la violencia. Tras 14 años de luchar por su liberación, en 1975 Angola se independizó de Portugal. Pero ese mismo año se desató una guerra civil en la que se dirimió un importante capítulo la Guerra Fría. Junto a las fuerzas del MPLA –que desde entonces ejerce el poder–- combatieron miles de tropas cubanas. A su vez, la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (Unita) recibió fondos de Estados Unidos y apoyo armado del poderoso ejército de sudafricano.

En 1992, durante una pausa en el conflicto, se realizaron las únicas elecciones multipartidarias. Con el 49,5 por ciento de los votos, el MPLA se impuso al 40 por ciento de Unita. Pero su líder, Jonas Savimbi, acusó al gobierno de fraude y la guerra reanudó hasta 2002, cuando Savimbi murió en combate. Para entonces ya habían muerto un millón de personas y cerca de cuatro millones habían sido desplazadas de sus hogares. Después el gobierno firmó un acuerdo de paz y Unita se sumó a un gobierno de unidad, del que aún forman parte todas los movimientos representados en el Parlamento.

En los comicios de hoy participarán diez partidos y cuatro coaliciones. Pero el favorito sigue siendo el MPLA, seguido por el Unita.

A pesar del imborrable recuerdo de la violencia del pasado –que encontró un eco en las recientes crisis poselectorales de Kenia y Zimbabwe–, la campaña angoleña se desarrolló de forma pacífica.

Hubo quejas, pero no demasiadas. La ONG Human Rights Watch denunció parcialidad en el suministro de fondos públicos y el reparto de espacios en medios públicos. La jefa de los observadores de la Unión Europea, la eurodiputada italiana Luisa Morgantini, también acusó a los medios estatales de favorecer al MPLA.

Pero la delegada europea se mostró más que satisfecha con el proceso. “Me ha impresionado mucho el hecho de que todos los partidos han llamado a que esta campaña sea tolerante, y han defendido la libertad de expresión y el derecho a escoger”, declaró.

Después de 27 años como presidente, analistas consideran que para Dos Santos las elecciones de hoy funcionarán como una suerte de prueba piloto, de cara a los comicios presidenciales del año que viene.