Viernes, 21 de noviembre de 2008 | Hoy
EL MUNDO › LOS COMICIOS REGIONALES SE CELEBRAN EL PROXIMO DOMINGO
El mandatario venezolano apoya la candidatura de su hermano, Adan, y el chavismo local apoya al actual alcalde de Barinas, Julio César Reyes. La verdadera pelea con la oposición será en Zulia, cuna del líder a nivel nacional, Manuel Rosales.
Hugo Chávez se juega su ciudad natal en las elecciones regionales del próximo domingo. “La oposición nueva y vieja dice que Chávez pierde el 23 de noviembre. Si ellos ganan Barinas, sería para mí un golpe al hígado, me estarían golpeando en mi propio nido”, reconoció el presidente venezolano en un reciente acto en Barinas, el bastión de la familia Chávez. El oficialismo es mayoría en esa ciudad, pero por primera vez irán separados. El mandatario apoya la candidatura de su hermano, Adan, mientras que el chavismo local apoya al actual alcalde y hasta hace unos meses un incondicional del líder boliviariano, Julio César Reyes. Mientras se juega su corazón en el noroeste, la verdadera lucha política entre el gobierno y la oposición será en Zulia, fuente de recursos naturales y cuna del líder del antichavismo a nivel nacional, Manuel Rosales.
Hay mucho en juego en las elecciones del próximo domingo. Nada menos que 22 gobernaciones y 328 alcaldías. En el camino quedaron opositores como Leopoldo López, aspirante a la alcaldía de Caracas, y Enrique Mendoza, a la gobernación del Estado de Miranda, que fueron inhabilitados para optar a cargos públicos por la Controlaría General de la República. La oposición se manifestó en las calles contra esas decisiones y las tachó de ilegales. Hasta el Parlamento Europeo repudió los fallos de la Justicia Electoral, denunciada como adicta al chavismo por la oposición. Pero a pesar de todo el ruido dentro y fuera del país, la campaña siguió adelante sin los inhabilitados. Ahora, gracias a los chavistas disidentes, Chávez puede perder algunos estados más que los dos en los que fueron derrotados en las últimas regionales.
Alertado del peligro, el mandatario no escatimó en calificativos para sus antiguos aliados. “Judas César”, “traidores”, “infiltrados”, “ratas” fueron algunos de los que gritó estas últimas semanas, la mayoría dirigidos a Julio César Reyes. En su último acto en esa ciudad, el mandatario llegó incluso a advertir que el triunfo del actual alcalde sería el principio del fin de la “revolución bolivariana”. Reyes intentó bajar el tono de la campaña y esquivó mencionar al mandatario. “No somos traidores. El socialismo tiene que ser respeto e inclusión”, se limitó a decir ayer antes del cierre oficial de la campaña.
En las calles de Barinas, la opinión está dividida. Están quienes apoyan a la familia presidencial, no importa quiénes sean su oposición. Chávez tuvo que ponerse al frente de la elección local, como si él fuera el candidato. “Quien no vote por Adán Chávez en Barinas es un tonto. ¿Qué mejor gobernador que el hermano del presidente?”, defendió Joel Serrano, un comerciante local. Sin embargo, no todos están tan seguros. El descontento hacia la familia del mandatario molesta a más de un chavista. “No hicieron nada, se volvieron ricos, no saludan y andan todo el tiempo rodeados de escoltas”, se quejó Luis Jaimes, un taxista que aunque sigue apoyando al presidente, votará por el actual alcalde.
Hace diez años ya que la familia Chávez dirige el destino de la provincia de Barinas. El padre del presidente, Hugo de los Reyes Chávez, fue elegido gobernador en 1998 y aún conserva el cargo. Varios de sus hijos dirigen ministerios, secretarias o figuran en directorios de empresas públicas. En el último año, con el renovado impulso que ganó la oposición después de la derrota oficial del referéndum constitucional de diciembre pasado, comenzaron a surgir denuncias sobre corrupción.
El otro gran rival de Chávez este domingo será la figura de Manuel Rosales, el gobernador de Zulia y el último candidato presidencial de la oposición. Esa provincia es uno de los pocos bastiones que le quedan al antichavismo acérrimo. Hace cuatro años el oficialismo se hizo con 22 de las 20 gobernaciones; les faltaron Zulia y Nueva Esparta (Isla Margarita). Por eso ahora el mandatario apunta toda su artillería a esa rica región. El domingo pasado anunció que el Congreso le abriría una investigación por corrupción. “Vas a ir preso. Estás cogío con las manos en la masa, Rosales. No te salva nadie. Que no se nos vaya”, aseguró a los gritos. A pesar de las denuncias, el delfín de Rosales, Pablo Pérez, sigue primero en las encuestas.
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