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Un palestino mató a hachazos en la cabeza a un chico israelí de 13 años e hirió gravemente a otro de siete en un asentamiento judío en Cisjordania, informaron servicios médicos israelíes. El primer ministro Benjamin Netanyahu ordenó movilizar todos los recursos para encontrar al culpable y los servicios de seguridad de Tel Aviv temen posibles reacciones de extremistas que busquen vengar la muerte del joven.

El ataque se produjo en la pequeña colonia de Bet Ayin, en un bloque de asentamientos de Gush Katif, al sudeste de Jerusalén. Shlomo Nativ, de 13 años, murió al ser atacado por un obrero palestino que entró con un hacha en la pequeña colonia. “Después de ser herido corrió hacia una casa, entró y se desplomó en una de las habitaciones. Luego murió”, relató Ronin Bashari, jefe de Magen David Adom –equivalente a Cruz Roja– en la colonia. Yeruham Mandola, vocero de los servicios médicos, precisó que Yair Gamliel, el otro niño, de siete años, resultó herido de gravedad y su pronóstico, con fractura craneal, es aún reservado.

Se trata del hijo de Ofer Gamliel, un colono judío que cumple en Israel una condena de 15 años de prisión por intentar en 2002 hacer explotar una bomba junto a un colegio de niñas palestinas de Jerusalén Este y quien se negó desde prisión a visitar a su hijo en el hospital por tener que hacerlo escoltado por guardias.

“Le vi ansias de matar en los ojos, también intentó matarme a mí”, aseguró un habitante del asentamiento identificado como Avinoam, quien forcejeó con el atacante y le quitó el hacha. Luego el agresor se dio a la fuga hacia una de las aldeas palestinas vecinas, donde desde entonces el ejército israelí efectúa una redada para dar con su paradero.

El ataque fue reivindicado simultáneamente por los Batallones de Jerusalén –brazo armado de la Jihad Islámica– y las Brigadas de Imad Mugniye, un ex comandante de Hezbolá asesinado en Damasco el año pasado en una explosión atribuida a los servicios secretos de Israel. “Lo que sucedió hoy (por ayer) es en respuesta a los crímenes cometidos contra los palestinos por los ocupantes sionistas”, señaló un comunicado de las Brigadas.

La reacción de los colonos no se hizo esperar. A través de un comunicado, criticaron al gobierno, y en especial a Ehud Barak, ministro de Defensa, al que acusaron como responsable de medidas demasiado “laxas” para con los palestinos que permitirían, según ellos, estos hechos, instando al gobierno a extremar sus posiciones. “Una vez más se demostró que removiendo muros y eliminando puestos de control, sangre judía es derramada. Instamos al gobierno a que termine de una vez por todas con las aspiraciones del enemigo a instalar un Estado palestino en suelo israelí”, señaló el texto.