Mitchell en El Cairo, recién llegado de Qatar y en camino a Jordania.

El tropezón no llegó directamente de la Autoridad Palestina, pero sí del grupo político que la sostiene. “No habrá negociación de paz si los asentamientos continúan”, declaró hoy la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), en una reunión de cúpula realizada ayer en Ramalá. La terminante condición pone en peligro el esfuerzo de Estados Unidos de lograr un arreglo que finalmente cree dos Estados para una misma tierra. El sábado fue un día de frenesí para el enviado de Barack Obama en la región, George Mitchell, que voló de Qatar a Egipto en un intento de que el proceso no naufrague.

“No habrá negociaciones directas con Israel bajo la sombra de los asentamientos”, dijo ayer Mohammed Dahlan, miembro del comité central del partido Al Fatah, que es liderado por el presidente palestino Mahmud Abbas. Dahlan acusó al premier israelí Benjamin Netanyahu de ser “responsable del fracaso” y explicó que ésa es la posición oficial de la OLP, que es la interlocutora de Israel en estas negociaciones. La posición palestina es que simplemente “no tiene sentido” seguir hablando así.

Implícitamente, la OLP se mostró de acuerdo con la mayoría de los analistas que explican la situación como consecuencia de la tenue alianza en el poder en Jerusalén. Más allá de las posiciones personales de Netanyahu, son los sectores más conservadores y ortodoxos los que le permiten gobernar, justamente los más interesados en los asentamientos.

Mientras, en El Cairo, el enviado especial de Estados Unidos George Mitchell se reunía con el gobierno egipcio para tratar de mantener abierto el diálogo. Mitchell pasó la mañana en Qatar, con la misma agenda, y se reunió con el canciller egipcio Ahmed Abul Gheit y con el jefe de los servicios de Inteligencia, general Omar Suleiman. Hoy, el norteamericano se verá con el presidente egipcio Hosni Mubarak y luego viajará a Jordania para repetir el diálogo. La Liga Arabe se reunirá el viernes para analizar el problema en Sirte, Libia. Los palestinos explícitamente anunciaron que no cortan el diálogo con los norteamericanos y que el viernes le presentarán a los países árabes su agenda futura.

Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidas, le pidió por teléfono al primer ministro Netanyahu que prolongue la moratoria sobre la construcción de asentamientos en Cisjordania. Ban sigue de cerca el tema y el viernes, según un comunicado de la ONU, habló con Netanyahu, con Mitchell y con Abbas. El premier israelí hasta recibió un llamado de una líder opositora, Tzipi Livni, referente del partido Kadima, que le pidió que privilegie la negociación. “Netanyahu debe optar por los intereses reales a largo plazo de Israel en vez de sus propios intereses políticos personales”, dijo Livni.