EL MUNDO › LAS ELECCIONES REGIONALES EN GALICIA Y EL PAIS VASCO PONEN A PRUEBA EL PROGRAMA CONSERVADOR

Un examen para el gobierno de Rajoy

Para el analista Jesús Caldera, los socialistas tienen posibilidades de ganar en Galicia, mientras en el País Vasco la izquierda radical se puede presentar por primera vez desde el alto el fuego de ETA, y el PNV es favorito para ganar.

 Por Mercedes López San Miguel

Con una España en crisis como telón de fondo, este domingo se celebran unas elecciones regionales que serán una prueba para el gobierno conservador de Mariano Rajoy. El Partido Popular busca retener Galicia y, según los sondeos publicados por distintos medios locales, obtendría una victoria de la mano del presidente regional, Alberto Núñez Feijóo. En el País Vasco, si se confirman los pronósticos, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) ganaría los comicios sin mayoría suficiente y con una fuerte representación en la cámara regional de los independentistas de Bildu, que se presentan por primera vez.

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) intenta darle pelea al PP en Galicia, y perderá en el País Vasco. Jesús Caldera, diputado nacional, ex ministro de Trabajo del gobierno de Zapatero y una de las figuras relevantes de los socialistas estuvo recorriendo Galicia esta semana y, en pleno trajín, dialogó con Página/12. El también vicepresidente de la Fundación Ideas, un think tank del PSOE, dijo que el candidato Pachi Vázquez tiene chances de ganar en Galicia y señaló que distinto es lo que sucede en el País Vasco –donde actualmente gobiernan los socialistas, con apoyo parlamentario del PP–, porque en estos comicios por primera vez la izquierda radical se pudo presentar tras el alto el fuego de ETA y se vota en un horizonte de paz.

–¿Por qué la gente le sigue pasando la factura al PSOE por la crisis, esto teniendo en cuenta los sondeos que señalan que su partido perdería más bancas que el PP en Galicia?

–Realmente después de las últimas elecciones generales, sólo hubo dos regionales en Asturias y Andalucía y en ambas el partido socialista se mantuvo en el gobierno. Ahora tenemos el reto de Galicia, donde la derecha es siempre muy fuerte. Tengamos presente que en la vez anterior el PP ganó por un escaño, y la vez en que hubo un gobierno socialista, el PP perdió la mayoría por un escaño, por tanto, es más que probable que las cosas terminen en ese orden. No me atrevería a sugerir la conclusión de las encuestadoras. Sí es cierto que en Europa ha habido unos cuarenta procesos electorales regionales y generales desde que estalló la crisis y en casi todos el partido en el gobierno ha perdido votos, ha sido una constante. Por tanto, yo creo que en Galicia va a ocurrir lo mismo.

–¿Y en el País Vasco?

–Euskadi es completamente diferente porque hay que entender que las elecciones se dan en otro contexto: es la primera vez que votan sin la amenaza de la violencia de ETA, conscientes de que el terrorismo ha desaparecido y es la primera vez que votan pensando en un futuro diferente, en paz. En esa circunstancia, puede ser una contradicción que el gobierno del PSOE, que tiene muy buena imagen y que ha hecho una buena gestión, posiblemente pierda algún escaño.

–¿Por qué no se da en el PSOE un replanteo, una señal de que hay un cambio ideológico? Mucho se lo ha criticado por aplicar recetas similares a las de los conservadores.

–No ha sido así. El FMI lo acaba de indicar, el gobierno de Zapatero puso en marcha un programa de impulso a la actividad económica, que por cierto, no pudo continuar porque Europa, en el año 2010, decidió frenar la política de estímulo. Fue un error inmenso, una catástrofe lo que decidió la Europa de la derecha, de la señora Merkel. Todos los economistas progresistas, y ahora también los liberales, lo indican: que cada punto de menor inversión pública significa el doble de caída de la actividad económica, frente a lo que se pensaba tradicionalmente. El gobierno socialista aguantó hasta el final con su política de impulso a la actividad económica y con nivel de protección social muy alto. Es más, se nos ha criticado que mantener el gasto social eso fue negativo para la economía. Eso es un mito, el mito de que el gobierno de Zapatero traicionó sus principios. El gobierno sólo hizo una cosa que puede ser discutible: en el año 2011, a una parte de los pensionistas les congeló las pensiones por encima de las mínimas. Ese fue el único recorte. Se mantuvieron las becas, los gastos en salud, en educación; hoy estos gastos están siendo brutalmente recortados. Creo que determinados medios progresistas son demasiado autocríticos, se ha extendido en Europa una idea de que la socialdemocracia está en crisis. Los valores socialdemócratas o progresistas son los que más estima la opinión pública. El PSOE mantuvo sus credenciales hasta el final. Dicho esto, claro que hay que hacer un proceso de renovación, estamos en ello. Por ejemplo, estamos planteando que hay que hacer una profunda renovación de nuestro modelo fiscal en España, del modelo productivo. Hemos reconocido que nos equivocamos manteniendo un sector de la construcción a full porque aquello fue algo muy negativo para la economía.

–¿Se refiere a la burbuja inmobiliaria?

–Comenzó con la derecha, pero nosotros no pudimos pincharla en su momento y lo hemos reconocido públicamente, que eso fue un error. Ahora hay que hacer una apuesta por las inversiones productivas y no cualquier inversión, sino de aquellos sectores que tienen capacidad de crecimiento en un futuro: energía renovable, investigación y desarrollo, tecnología de la comunicación, el sector de las máquinas en España, los sectores tradicionales que están teniendo un buen comportamiento en las exportaciones como el calzado. Tenemos que repensar nuestro modelo productivo con un solo límite: la inclusión social.

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La candidata de Bildu, Laura Mintegui (en el estrado), en el cierre de campaña en San Sebastián.
Imagen: AFP
 
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