Otra victoria para Romano Prodi. El líder de la coalición de centroizquierda, La Unión, que ganó las elecciones italianas, logró ayer con gran esfuerzo dar un paso más hacia el poder después de que los candidatos de su alianza consiguieran la presidencia de las dos cámaras del Parlamento –que representan el segundo y tercer cargo institucional de Italia–. A su vez, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, anunció ayer en Roma que presentará el martes su renuncia al jefe de Estado, Carlo Azeglio Ciampi. Sin embargo, expresó sus dudas de que Prodi pueda gobernar a causa de su escasa mayoría.

Luego de tres votaciones fallidas el viernes, Franco Marini, de 73 años, fue elegido presidente del Senado por mayoría absoluta en la cuarta ronda realizada ayer por la mañana, consiguiendo 165 votos. Su rival era el ex primer ministro Giulio Andreotti, que obtuvo 156 votos. También hubo que esperar cuatro votaciones en la Cámara baja para que el dirigente comunista Fausto Bertinotti, de 66 años y fuerte aliado de Prodi, consiguiese la presidencia. Obtuvo 337 sufragios, superando la mayoría simple que necesitaba. Sin embargo, su elección significó una división en el interior de La Unión, ya que el dirigente comunista no reunió todo el apoyo de la alianza de centroizquierda, que cuenta con 348 legisladores. Tras la confirmación de su victoria, el político dedicó su elección “a todos los trabajadores y trabajadoras de Italia”.

“Estoy muy, muy satisfecho”, dijo Prodi ayer, visiblemente aliviado, luego de un viernes maratónico en el que no había logrado asegurarse la dirección de las cámaras. Pero los medios y analistas italianos no fueron tan optimistas y evaluaron como una derrota las difíciles votaciones que tuvo que enfrentar el líder de La Unión. En vez de un inicio lleno de esperanzas, Prodi “estuvo a punto de fracasar”, comentó el diario La Repubblica. Asimismo, los diarios hablaron de “caos” por la situación vivida en el Senado. El viernes por la noche, la Cámara alta pareció por momentos salirse de control, por una disputa en torno de ciertas boletas dudosas que en vez de decir “Franco Marini” decían “Francesco Marini”.

Berlusconi, reticente a aceptar su derrota hasta hace unos días, anunció finalmente que renunciará a su cargo, cumpliendo así con un trámite obligado luego de su derrota electoral y de la elección de las presidencias de las cámaras en manos del centroizquierda. Ayer, el todavía primer ministro dijo que ha convocado un consejo de ministros para el próximo martes al mediodía y después se entrevistará con el jefe de Estado, Carlo Azeglio Ciampi, para entregar su cargo. El presidente de la República debería entonces encargar la formación del nuevo gobierno a Prodi. Pero ese paso podría retrasarse si Ciampi decide que sea su sucesor el que lo haga, ya que su mandato concluye el próximo 18 de mayo, y tras esa fecha el Parlamento deberá elegir un nuevo jefe del Estado. Fuentes de la coalición de centroderecha incluso aseguraron que como Prodi ganó las elecciones con un margen muy estrecho, no está claro que Ciampi le encargue formar gobierno. El líder de La Unión se encuentra por su parte confiado, y según varios diarios ya casi finalizó su lista de ministros.