Los abogados paquistaníes volvieron a tomar las calles de Islamabad y a protestar contra el presidente, el general Pervez Mu-sharraf. Como sucedió en todas sus marchas anteriores, fueron reprimidos por la policía, que no escatimó gases lacrimógenos ni balas de goma. La protesta, que aglutinó a cientos de abogados, terminó en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo con las fuerzas de seguridad. Las fotos de los choques demuestran que varios manifestantes resultaron heridos, aunque el gobierno paquistaní todavía no difundió ningún número de víctimas. Por el contrario, sí confirmó que hay decenas de detenidos.

La principal demanda de los abogados es contra la misma Justicia, que hasta hace sólo unos meses defendían. Esta semana el Tribunal Supremo del país emitió un fallo en el que rechazaba todos los recursos que impugnaban la candidatura de Musharraf para las próximas elecciones presidenciales por seguir ocupando el cargo de comandante de las Fuerzas Armadas. El mandatario paquistaní, anticipando una derrota, había adelantado que estaría dispuesto a resignar su cargo militar. Sin embargo, ya no tendrá que hacerlo y, por ende, no lo hará.

Aunque el gobierno no le dio mucha trascendencia a la marcha, las cámaras mostraron una brutalidad inédita para una época electoral. “La brutalidad del general Mu-sharraf es reconocida en todo el mundo. Sólo los gobiernos ciegos de Estados Unidos y de Gran Bretaña no la ven”, aseguró Aitzaz Ahsan, uno de los abogados que representó al presidente de la Corte Suprema durante su enfrentamiento legal con el gobierno.

Los manifestantes también denunciaron que la policía tomó como excusa la protesta para detener y encarcelar a varias seguidoras de la ex primer ministra Benazir Bhutto, a quien Musharraf sigue negándole la vuelta al país. La policía defendió las detenciones recordando el toque de queda. “Hay una prohibición de todas las reuniones de cinco o más personas en la capital y no vamos a permitir que nadie se salga de la ley”, explicó uno de los jefes policiales que dirigió ayer la represión.