El papa Francisco nombró a ocho miembros de la comisión que instituyó para la tutela de los menores, y entre ellos, hay una víctima de abusos sexuales por parte de un religioso, y un cura y teólogo argentino. La irlandesa Marie Collins, de 66 años, es conocida en el Vaticano desde hace dos años, cuando concurrió a un simposio sobre pederastia organizado en la Universidad Gregoriana para dar testimonio sobre los abusos a los que fue sometida por un sacerdote cuando tenía trece años. Mientras que el cura argentino es Humberto Miguel Yáñez Molina, un jesuita nacido en Mendoza, director del Departamento de Teología Moral de la Universidad Gregoriana y amigo de Jorge Bergoglio. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, recordó que el Papa decidió crear esta comisión para dejar claro que “la Iglesia debe tener entre sus prioridades más altas la de la protección de los menores”. Se trata del primer paso concreto que da la Iglesia bajo el pontificado de Francisco para atender este problema. La ONU, a través de un informe sobre los derechos del niño dado a conocer el mes pasado, acusó al Vaticano de haber dejado solos a niños en manos de sacerdotes pederastas. “Frente al escándalo de la pederastia, las autoridades eclesiásticas impusieron un código de silencio y prefirieron preservar la reputación de la Iglesia y proteger a los responsables por encima del interés supremo de los niños”, sostuvo la presidenta del Comité sobre los Derechos del Niño, Kirsten Sandberg.