El intento de acampar en Plaza de Mayo de una veintena de organizaciones piqueteras terminó en violentos incidentes con la Guardia de Infantería enviada por el Gobierno. Los cruces incluyeron bastonazos, piedras lanzadas con gomeras, gas pimienta y hasta bombas molotov. Como resultado hubo un número incierto de piqueteros heridos, diez detenidos y ocho Policías lastimados, al igual que un camarógrafo.

Las organizaciones encabezadas por el Polo Obrero y Quebracho marcharon como no alineadas ni al kirchernismo ni a las entidades del campo. Según fuentes del Ministerio de Justicia, el desalojo fue autorizado cuando la policía advirtió que las organizaciones piqueteras tenían “gomeras” y bombas incendiarias, que fueron usadas contra dos autos y tres policías.

En medio del conflicto agrario, las organizaciones de izquierda se habían convocado a una jornada de protesta, con una marcha del Congreso al Obelisco y Plaza de Mayo. No era la primera vez que lo hacían. Hubo jornadas similares el 26 de junio pasado, en el aniversario del asesinato de Kosteki y Santillán, y también el 1º de mayo. En esas ocasiones no hubo enfrentamientos.

“Estamos doloridos –dijo Néstor Pitrola, dirigente del PO–. Lo que pasó es una vergüenza; intentamos leer un documento para explicar que nuestra posición es independiente a los dos bandos en pugna, pero se ve que a nadie le gustó, porque en el Obelisco nos paró un fuerte cordón de Infantería, por lo menos por dos horas, y no nos dejaron pasar hasta que vieron que no nos íbamos. Nos dijeron que si queríamos acampar que fuésemos al Congreso, como si ahí hubiese un camping.”

Lo que sucedió durante la jornada de protesta varía de acuerdo con la fuentes. Según Pitrola, las organizaciones se reunieron en el Obelisco para avanzar a Plaza de Mayo. Cuando preguntaron a la policía de quién era la orden de detenerlos allí, les dijeron que no era una orden judicial, sino que “venía de arriba”. Las fuentes oficiales señalaron que todo cambió cuando la policía encontró en la esquina de 9 de Julio y Avenida de Mayo una camioneta de las organizaciones con banderas y cargada con material de camping, molotovs y gomeras con tuerquitas. La represión no se desató, sin embargo, en ese momento, sino cuando la manifestación ya estaba en las cercanías de la plaza.

Allí las organizaciones se reunieron en asamblea y decidieron entregar un petitorio en la Casa de Gobierno para pedir una reunión y, a continuación, decidieron hacer un acampe de 24 horas como protesta. Cuando estaban bajando las cosas para guarecerse, comenzaron los incidentes. La Guardia de Infantería, aparentemente, no actuó en ese momento. Hasta allí los policías permanecían en una suerte de cerco. Según las fuentes oficiales, sólo se adelantaron cuando los manifestantes tiraron “gomerazos y garrotazos” a tres policías. Uno de los cuales estaba de guardia en la Catedral y, de acuerdo con la información, le tiraron una bomba molotov. También tiraron bombas incendiarias sobre un auto del gobierno porteño.

Además del PO y Quebracho, participaron militantes del Bloque Piquetero Nacional, del MTD Aníbal Verón y del Frente 26 de Junio. Tras la revuelta, el titular de Quebracho, Fernando Esteche, denunció que hubo cinco militantes detenidos y golpeados, rechazó que hayan usado bombas molotov aunque reconoció que en la carpa había “material de pirotecnia”.

Para las organizaciones, hubo fue una cacería “completamente bestial para sacarnos”, dijo Pitrola. Según el Gobierno, en cambio, “no fue una cacería”. Una fuente del ministerio explicó que hasta “se hizo una suerte de canal de paso en medio de la avenida, para que los manifestantes pudieran salir sin sentirse encerrados. Por eso, los detenidos no fueron más”. Seis policías quedaron internados en el Hospital Churruca. Y diez militantes quedaron detenidos por “intimidación pública, incendio, daño, lesiones y atentado y resistencia a la autoridad”.