El régimen de promoción industrial para el sector de autopartes ya es oficial y los distintos eslabones de la cadena automotriz buscarán desde ahora reducir el creciente déficit comercial del sector. La Ley de Fortalecimiento del Autopartismo Argentino, que la semana pasada promulgó la presidenta Cristina Fernández, fue publicada ayer en el Boletín Oficial. La normativa ofrece un reintegro a las terminales que sumen componentes nacionales en el ensamble de sus vehículos. Las autopartistas, con el respaldo de la Secretaría de Industria, por su parte, intentarán convencer a las casas matrices de los beneficios del “made in Argentina” en las decisiones globales de inversión de las compañías. Un estudio del sector da cuenta, en tanto, que la brecha negativa entre las ventas y las compras externas se acentúa vis a vis con cada nuevo modelo que se decide fabricar en el país.

La iniciativa tuvo buena recepción entre las partes, y a los proyectos existentes, las terminales prometen sumar nuevas líneas de montaje con mayor participación local en el ensamble final. No obstante, las autopartistas buscan ir más allá y pretenden seducir a las casas matrices para que éstas internacionalicen sus procesos de producción. “Una cosa es que las compañías sumen componentes nacionales en los vehículos que deciden fabricar acá, pero lo óptimo sería que tomen a la Argentina como un punto estratégico en su estructura de competencia”, explicó a PáginaI12 Juan Cantarella, gerente general de la Asociación de Fábricas Argentinas de Autocomponentes (AFAC). “El mismo secretario Fraguío se comprometió con nosotros a explicarles a las casas matrices que estos incentivos iban a ser llevadas a cabo en el corto plazo para que puedan trasladarlos a sus costos, incorporando más piezas nacionales”, confió el autopartista José Luis Basso.

En el circuito local, las primeras escuderías salieron a pista con sus proyectos, incluso bajo el amparo de la norma anterior (la 774). Hicieron punta Fiat, con vehículos, motores y cajas; Peugeot, con su modelo 307 tricuerpo; Toyota, con la Hilux, y Volkswagen, con el Suran. A éstos se espera para octubre la presentación de General Motors.

En el sector, la preocupación sigue siendo reducir el déficit comercial de autopartes. En el primer trimestre del año, las exportaciones se incrementaron en 12,5 por ciento respecto de igual lapso de 2007, frente a un crecimiento de 33,3 de las importaciones. Esto deja un déficit comercial para el primer cuarto del año de 1160 millones de dólares, un 45,5 mayor al de enero-marzo de 2007. De seguir así, el sector se encamina a una nueva marca en comercio automotriz, el cual el año pasado fue de un déficit de 4161 millones de dólares. Sobre ese monto, el 40 por ciento, unos 1700 millones correspondió al comercio bilateral con Brasil. El relevamiento que hizo la AFAC evidencia un fuerte correlato entre la producción local de vehículos y la importación de autopartes. En 2007, la producción de unidades superó los 550.000 vehículos, mientras que la importación de autopartes superó los 6000 millones de dólares.