Gerentes, empleados de las AFJP y algunas personas que fueron a apoyarlos se movilizaron ayer en rechazo al proyecto de estatización del sistema jubilatorio. Los manifestantes marcharon desde el Obelisco hasta la Plaza de Mayo. Las cacerolas volvieron a sonar en una protesta que pareció ir más allá de su objetivo inicial: la defensa de los puestos de trabajo y la libre opción del sistema jubilatorio. La impugnación a la política pública del Gobierno y la analogía entre el frustrado proyecto de retenciones móviles y la eliminación de la jubilación privada fueron las notas salientes del acto. “El Gobierno quiere engordar la caja”, fue el argumento repetido por los que participaron de la movilización al criticar la iniciativa oficial.

Entre la gente se veía mucho bronceado, ropa de marca y hombres de traje. Las acusaciones al Gobierno por “autoritario y demagógico” estuvieron a la orden del día, como en aquellas movilizaciones en apoyo al lockout agrario de la primera mitad de año. Una bandera que decía “Ayer fue la soja, hoy los aportes, ¿mañana a quién toca?” y otra que afirmaba “Campo= Jubilación”, servían para identificar la posición de algunos de los asistentes que, más allá de la cuestión de las AFJP, fueron a la marcha para mostrar su oposición al Gobierno. Había carteles que denunciaban la sustitución del sistema de capitalización por el de reparto como una “Expropiación y un sakeo” (sic).

Maguil, vecina de Belgrano y “trabajadora de alto rango” de Consolidar, se refirió a la medida como “un acto de autoritarismo y demagogia con el que el Gobierno busca ganarse a los sectores populares”, al tiempo que enfatizó que “a nosotros no nos engañan porque estamos informados y no somos ignorantes”. Su compañera, Rosa, la chicaneó al decirle “no te olvides de defender los puestos de trabajo”. Luego seriamente exigió “la libre opción jubilatoria que el año pasado fue ratificada por el 89 por ciento de los afiliados”.

Gustavo y Alexis, de Consolidar y Profesión, respectivamente, compartieron las mismas críticas “ante un gobierno que parece una dictadura porque hace cosas que no prometió en su campaña”, al tiempo que cuestionaron que “el Gobierno lleva a cabo un capitalismo de Estado que ya fracasó”. Para ellos, la administración K “utiliza la crisis económica de excusa para excederse en sus límites, destruyendo a la esfera privada”.

Informe: Tomás Forster.