La agresión que sufrió el jefe del bloque kirchnerista en Diputados, Agustín Rossi, durante una visita de campaña a la ciudad santafesina de Resistencia, despertó una rápida ola de condenas por parte del oficialismo y la oposición. Las opiniones coincidieron en casi todos los aspectos, sobre todo en el cuestionamiento a la apelación a la violencia y la intimidación como recurso para expresar una posición distinta. Hubo algunos matices en el énfasis utilizado en el repudio, algunos dirigentes del oficialismo responsabilizaron a las entidades de la Mesa de Enlace por la sucesión de episodios de este tipo que viene soportando Rossi –en lo que va del año, el dirigente rosarino ya sufrió dos, uno en Laguna Paiva y el del viernes en Reconquista–. El tono discordante lo aportó el titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, quien cuestionó “sinceramente” la agresión sufrida por Rossi pero también la consideró como “una consecuencia lógica de algo que se ha sembrado durante tanto tiempo”.

El viernes, Rossi llegó a Reconquista para participar de una charla con ruralistas y trabajadores en la Asociación para el Desarrollo Productivo y de un acto en el Sindicato de Municipales. Superado el primer compromiso de la agenda, y cuando el jefe de la bancada K en Diputados se dirigía al encuentro organizado en la sede sindical, un grupo de productores agropecuarios de la localidad de Malabrigo que portaba carteles con la leyenda “Fuera de acá, traidor” lo recibió con huevazos, bosta de ganado y algunos palazos sobre su auto. La agresión terminó con el parabrisas muy astillado –Rossi deberá cambiarlo– y la policía rodeando el auto. “Si no hubiera estado la policía para custodiarme, la hubiese pasado muy mal”, dijo el viernes el jefe del bloque del FPV. “Son agresiones cobardes por pensar distinto. La provincia es absolutamente de todos, yo tengo tanto derecho como cualquier santafesino a caminar por la provincia. Lo único que he hecho es pensar distinto”, agregó ayer Rossi.

El incidente derivó en una extensa ola de repudios, que incluyó al titular de Diputados, Eduardo Fellner; su antecesor y actual vicegobernador bonaerense, Alberto Balestrini; el jefe del bloque PRO, Federico Pinedo; a los candidatos de Acuerdo Cívico y Social, Ricardo Gil Lavedra y Ricardo Alfonsín; al intendente de Morón y candidato a diputado nacional por Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella. También condenó la agresión el candidato a diputado del Encuentro Popular para la Victoria, Carlos Heller. Entre todas las opiniones, se destacaron las declaraciones de Biolcati, quien llegó a decir que la reacción de los productores era “comprensible”.

El titular de la Sociedad Rural fue consultado por un programa radial de temas rurales. “Yo creo que los escraches no están bien, sinceramente. Creo que no es un procedimiento (sic) entrar en una escalada de escraches (ni que) favorezca a la convivencia ni a nuestro sistema. Pero también creo que son una consecuencia lógica de algo que se ha sembrado durante tanto tiempo. La actitud tan opuesta a los intereses del campo de Rossi o la actitud tan genuflexa del gobernador de la provincia de Buenos Aires, que les dio la espalda a los intereses de su provincia para arrodillarse frente al poder federal, en alguna medida hace que sea comprensible este tipo de reacción de la gente. Aunque sea condenable”, fueron las palabras textuales de Biolcati.

Titular de Diputados, Fellner responsabilizó a un sector de la Mesa de Enlace por los episodios vividos por el jefe del bloque del FPV. “Hago absolutamente responsable a un sector de la dirigencia agropecuaria que acude a remedios violentos basados todos en actitudes antidemocráticas que los definen de cuerpo entero respecto de sus intereses y objetivos”, cargó. Como presidente del PJ bonaerense, Balestrini exhortó a que intervenga la Justicia. “Las circunstancias enfrentadas por Rossi, por segunda vez en poco tiempo, constituyen una metodología que los peronistas hemos buscado erradicar a través de las vías que corresponden. Jamás actuando bajo el lema `ojo por ojo, diente por diente’”, dijo. Además de comunicarse con Rossi por teléfono, Sabbatella también hizo difundir su repudio. “El escrache que sufrió Rossi demuestra la intolerancia y el desprecio por la democracia de los sectores que lo propiciaron”, aseveró.