Minutos antes de la votación, los productores agropecuarios –los que se llaman autoconvocados– se agolparon contra las vallas del Congreso reclamando lo que a esta altura del conflicto agropecuario parece ser su único punto de interés: una baja de las retenciones. La policía tuvo que utilizar sus mangueras hidrantes para frenar el ingreso de los ruralistas, que igual lograron tirar una de las vallas. Uno de ellos sufrió un corte en la frente. Eran aproximadamente 150. Néstor Roulet, vicepresidente de CRA, incluso instigó a sus seguidores a meterse dentro del Congreso cuando los reunió en el medio de la calle para informarles que se había votado una baja de las retenciones para la provincia de Buenos Aires (ver aparte). Los dirigentes ruralistas fueron imputados por la Justicia porteña por cortar la avenida Entre Ríos sin autorización.

Los productores estuvieron durante todo el día en las inmediaciones del Senado con carteles que pedían la “caída de los superpoderes” y otros que bajo el título “traidores a la patria” exhibían las caras de todos los diputados del Frente para la Victoria, a modo de escrache y persecución. Los productores estuvieron ahí, metiendo presión. Aunque no pudieron hacerlo dentro del recinto, se valieron de las cámaras de televisión para marcarles la cancha a los parlamentarios.

Las caras más visibles de la Mesa de Enlace que estuvieron merodeando en las inmediaciones del Congreso fueron las de Minga De Angeli (FAA), Luciano Miguens (SRA), Roulet (CRA), Jorge Solmi (FAA) y María Garrido, en nombre de los autoconvocados de Santa Fe. También estuvieron junto a los ruralistas la diputada Patricia Bullrich (Coalición Cívica), Lisandro Viale (PS) y Marta Velarde (ex FpV), entre otros.

Dos horas antes de la votación podía escucharse en la esquina del Senado el ruido de las cacerolas, bocinazos, aplausos y gritos. Claro, era el sonido de un minicomponente portátil que reproducía un CD con la grabación de alguna de las protestas del año pasado. Y ahí estaba el productor agropecuario arengando a los suyos, pasando entre medio de un fuego improvisado, esta vez no como barricada –al estilo de los cortes de Gualeguaychú–, sino para amenizar el frío.

“El Gobierno no firmó ningún acuerdo con los tamberos, fue todo mentira. El Gobierno nunca quiso dialogar, esto es todo una mentira”, gritó en reiteradas oportunidades Martín de la Serna, un productor de Bragado. En seguida se le sumó una señora que, antes de despotricar contra el Ejecutivo, aclaró que no era productora. “Esto es una dictadura, ahí nos vienen a buscar”, gritó la señora, María Fuente Gil, que se hacía llamar “la gallega”.

En realidad, nadie los venía a buscar. Pero a una cuadra del Congreso había un carro hidrante que amagaba con avanzar. Frente a los gritos de los productores y algunas corridas por miedo, los carros de la Federal dieron la vuelta. “¡Viva el campo!”, fue la exclamación que le siguió a la imagen de la policía retrocediendo.

Cerca de la votación, antes de que los ruralistas decidieran agolparse contra las vallas, estaban hablando sobre la cadena nacional por el anuncio del acuerdo entre el Gobierno y la AFA. “Fútbol de Primera, Campo de segunda”, era el cartel que más cotizaba por la tarde de ayer. “Qué sinvergüenzas, usar la cadena nacional para eso”, vociferaba cerca de este diario una productora de Santa Fe.

Los ruralistas no lograron ingresar al Congreso, pero tras la votación se quedaron con el sabor de querer volver a las rutas para reclamar por su único punto de interés, o sea, la baja de las retenciones.