Lo había dicho Victoria Bereziuk, la secretaria del ex funcionario kirchnerista Claudio Uberti. Lo declaró también una empleada de la petrolera venezolana Pdvsa. Hasta lo contó el propio Guido Alejandro Antonini Wilson en el juicio en Miami. Ahora, las imágenes tomadas por una cámara de Canal 7 lo confirman: Antonini estuvo en la Casa Rosada en medio de una nutrida delegación venezolana dos días después de haber intentado ingresar al país el famoso maletín con 800 mil dólares, que le fueron incautados.

Las imágenes fueron entregadas al juez Daniel Petrone, que tiene a cargo la causa donde se investiga si hubo lavado de dinero. Los fiscales María Luz Rivas Diez y Mariano Borinsky le habían propuesto al juzgado, entre muchas otras medidas, que requiriera a todos los canales de televisión las imágenes tomadas en el marco de un acto en que el ex presidente Néstor Kirchner y el mandatario venezolano Hugo Chávez firmaron un acuerdo energético el 6 de agosto de 2007 en la Casa de Gobierno. Todos los canales entregaron material, pero donde se veía nítidamente la presencia del “gordo” Antonini era en las imágenes de Canal 7.

El episodio en el Aeroparque Jorge Newbery en el que a Antonini le hicieron abrir la valija que contenía los 800 mil dólares sin declarar, que dijo que le pertenecían, ocurrió en la madrugada del 4 de agosto de 2007. Los hechos, en un comienzo, se interpretaron como una violación al código aduanero. La causa judicial propiamente dicha se abrió cinco días después. En el ínterin, Antonini hasta visitó la Casa de Gobierno y volvió a su casa en Key Biscayne, Miami.

La extradición de Antonini Wilson fue pedida por la Justicia argentina unos pocos días después de que se abriera la causa penal. Sin embargo, nunca fue concedida por el gobierno norteamericano, ni en los tiempos de George Bush, ni (todavía) en los de su sucesor Barack Obama. El valijero, en cambio, se convirtió en el testigo estrella de una causa en Miami en la que acusó a sus ex socios de conspirar y presionarlo para que revelara el origen y destino de los 800 mil dólares. Sus amigos fueron condenados.

Desde los tribunales porteños también se pidió a Venezuela la extradición del ex vicepresidente de Pdvsa Diego Uzcátegui Matheus y la de su hijo Daniel, que siguen residiendo en su tierra. El delito en el que quedó centrada la causa es el de lavado de dinero. Uzcátegui hijo venía con Antonini en el jet alquilado por Enarsa, la empresa de energía argentina, que los traía desde Caracas. Junto con su padre, fueron señalados como quienes hicieron subir a Antonini al avión de Enarsa.

El único funcionario argentino que está imputado en la causa es el entonces titular del Organo de Control de Concesiones Viales (Occovi), Claudio Uberti, que venía en el jet, después de haber mantenido reuniones en tierra de Chávez por temas energéticos, que el Gobierno le confiaba. De todos modos ahora tiene falta de mérito. En el vuelo iban también el titular de Enarsa, Exequiel Espinosa; la secretaria de Uberti, Bereziuk, y tres representantes de Pdvsa.

La investigación judicial está empantanada, con algunos movimientos esporádicos. El juez Petrone y los fiscales esperan ahora las traducciones de las pruebas que fueron finalmente enviadas a Buenos Aires por la Justicia norteamericana, y cuya nulidad fue planteada por los abogados defensores.