“En cuanto se pellizca del poder se pueden poner cosquillosos”, dijo ayer el ministro de la Corte Suprema Carlos Fayt al ser consultado por la posición de la CGT ante el fallo del máximo tribunal que ratificó la libertad sindical. Ese fallo de la Corte resolvió a partir de una presentación realizada por la Asociación de Profesionales de la Salud del Hospital Naval, un gremio inscripto en el Ministerio de Trabajo pero sin personería. Ayer, cuando le preguntaron a Fayt si el fallo atentaba contra el poder de la CGT, el juez se encargó de negarlo. “Nuestra intención no ha sido ésa. Esta no es una cuestión de sensibilidad, sino de legalidad”, dijo. Sin embargo, luego confió que la resolución de la Corte generaría “muchas opiniones en contra”. Enseguida le preguntaron si el fallo iba a afectar el poder de los sindicatos: “Cuando hay peligro para su poder se van a sentir inquietos”.