El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, aseguró ayer que las medidas anunciadas el miércoles para el sector triguero beneficiarán al 93 por ciento de los productores de ese cereal. “Sobre un total de 29.500 productores de trigo, 27.000 son chicos y medianos, otros 800 son medianos y medianos grandes, y el 7 por ciento restante –que tiene el 50 por ciento de la producción– son grandes. Sobre un estimado de 7,5 millones de toneladas de producción para este año, al garantizar la compra de 3,5 millones estamos resolviendo la situación del 93 por ciento de los productores”, sostuvo. Además adelantó que se va a hacer operativa la devolución de retenciones a los pequeños y medianos productores de trigo. Al ser consultado sobre los anuncios, el titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, afirmó que “por lo menos son algo”, pero advirtió que “no nos satisface la forma de encarar los problemas”.

Para garantizar la venta del trigo, el Gobierno autorizó la exportación de un millón de toneladas y otro millón comprarán los molinos a partir de la gestión oficial, que se suma al 1,5 millón que se ha estado vendiendo en los últimos tres meses. Domínguez le comunicó las novedades a la Mesa de Enlace el miércoles, en la reunión convocada para constituir formalmente la Mesa Nacional de Trigo. Los ruralistas todavía no forman parte de ese espacio, pero se comprometieron a evaluar la posibilidad de sumarse. Quienes sí integran la Mesa son los ministros de Producción de las provincias trigueras que respaldaron los anuncios. “Se están encontrando propuestas concretas a planteos concretos de los pequeños y medianos productores de la región”, aseguró Robero Shunk, secretario de la Producción de Entre Ríos.

El combo de medidas también incluyó créditos para que los productores no se vean obligados a vender el cereal cuando el precio está bajo. El crédito se les otorgará a los que presenten el certificado de acopio y será por un monto equivalente al 70 por ciento del FAS teórico. De este modo, los productores procederán como si estuvieran hipotecando su cosecha. “La tasa será de 3,5 por ciento, con un plazo de 180 días, para garantizar que el productor que tiene problemas de financiamiento disponga del crédito para no malvender su producción”, confirmó Domínguez.

La devolución de retenciones a los pequeños y medianos productores es otro de los puntos sobre los que el ministro dio detalles ayer. “Estamos en el plazo previsto; cuando termine de levantarse la cosecha, y en un plazo de 60 días, se pondrá en marcha la devolución a los productores de hasta 800 toneladas”, sostuvo.

Biolcati, por su parte, valoró los anuncios, pero planteó reparos. El titular de la Sociedad Rural remarcó que medidas como financiamiento a tasa subsidiada para retener el cereal estarán enfocadas a los pequeños y medianos productores, con menos de 800 toneladas, pero cuestionó que la lista sea controlada por la Secretaría de Comercio Interior. “No parece muy racional que tengamos que pasar por la lapicera de (Guillermo) Moreno”, aseveró.

El ruralista también cuestionó el criterio utilizado por el oficialismo. “Dicen que el universo que va a contar con el visto bueno de Moreno está compuesto por más del 90 por ciento de los productores que concentran el 50 por ciento del trigo. Pero si al 50 por ciento de la producción de trigo la van a dejar fuera de la posibilidad de venta, todo aquel que pueda no hacer trigo el año que viene no lo va a hacer en estas condiciones”, advirtió.

Luego volvió a pedir por la normalización del mercado. “Lo que tendríamos que hacer es volver a la racionalidad, volver a que exista la posibilidad de vender en un mercado. Acá no hay mercado, no hay cotizaciones hace tres meses. No es el camino. No nos satisface la forma de encararlo”, aunque valoró que “por lo menos hemos logrado la preocupación de cincuenta funcionarios”. Carlos Garetto, presidente de Coninagro, también elogió el esfuerzo oficial, pero pidió que las promesas comiencen a efectivizarse porque “si los resultados no aparecen en pocos días, el malestar va a ser creciente”.