Aunque insisten en que falta mucho para 2011, los dirigentes de la oposición con aspiraciones presidenciales no dejan pasar la oportunidad para posicionarse. A las reiteradas críticas de Elisa Carrió contra Julio Cobos se sumaron primero las de Mauricio Macri y, ayer, las de Fernando “Pino” Solanas: “Es insostenible, hay que tener mucho estómago. Además, queriendo ser el candidato a presidente de la oposición a este gobierno, no puede estar en el Gobierno”, dijo el diputado de Proyecto Sur. Pero también como parte de esos posicionamientos hubo quienes salieron a defender a Cobos ante los pedidos de renuncia del oficialismo. Fueron los diputados peronistas Francisco de Narváez y Felipe Solá, además de los radicales Ricardo Alfonsín y Ramón Mestre. En un intento por cortar con las especulaciones, Cobos desafió al oficialismo a que se anime a iniciarle juicio político.

“No se puede ser opositor y vicepresidente al mismo tiempo; esto es algo que lo debe resolver el vicepresidente”, insistió la líder de la Coalición Cívica. Para Carrió, la actitud de Cobos enfrentando las decisiones de la Presidenta es una repetición del conflicto entre Fernando de la Rúa y Carlos “Chacho” Alvarez durante el gobierno de la Alianza. “Este conflicto institucional, que cuando existió en la época de la Alianza trajo mucho daño a la Nación, se está repitiendo casi exactamente y esto no es bueno para el país”, alertó la diputada. “Es conspirativo, a los ojos internacionales es claramente conspirativo”, remató la chaqueña, quien respaldó la decisión de Cristina Fernández de suspender su viaje a China para evitar que el vicepresidente quedara a cargo del Poder Ejecutivo.

Además de Carrió, que disputa con Cobos el eventual liderazgo del Acuerdo Cívico y Social, Solanas también salió a cuestionar la actitud del vicepresidente en el conflicto del Banco Central. Según el cineasta y líder de Proyecto Sur, “Cobos tiene sus razones” para no renunciar: “Dice ‘a mí me votó la gente, no soy un ministro, a mí no me nombró la Presidenta’. Si renuncia, les renuncia a los ciudadanos”. Sin embargo, el diputado dijo que si estuviera en su lugar renunciaría “por los principios y la ética”.

Muy lejos de aquella foto de 2008, en la que estando a cargo del Ejecutivo Cobos recibió a Macri en su despacho, el jefe de Gobierno porteño repitió que la pelea de Cobos con CFK es “una anormalidad que es difícil de sostener en el tiempo”. “En algún momento va a tener que tomar una opción”, advirtió Macri, en un intento por instalarse como uno de los que le disputarán la presidencia en 2011.

Del otro lado se paró el PJ disidente, con Solá y De Narváez a la cabeza, cada vez más alejados de Macri. En relación con la suspensión de la visita presidencial a China, días atrás habían cuestionado al oficialismo la senadora por San Luis, Liliana Negre de Alonso, que había considerado “una vergüenza” el anuncio, ya que Cobos “está cumpliendo con sus funciones institucionales”. Solá agregó ayer que “hay una cortina de humo en este plan de desestabilización contra Cobos. Cristina Kirchner no viaja a China no por Cobos, sino porque no puede sacar a Redrado del Banco Central”. Al defender la actitud del vice, el ex gobernador bonaerense aseguró que “no debería renunciar por ser acusado de ‘conspirador’, sino sólo cuando empiece la campaña electoral”.

En el mismo sentido se pronunció De Narváez, marcando también distancia respecto de Mauricio Macri. “Cobos está siendo un contrapeso oportuno y necesario”, consideró. De buen vínculo con el titular del Senado, el empresario dijo que Cobos no esconde “ninguna especulación política” y que “va a hacer lo que manda el reglamento, como lo hizo siempre”.

Más previsiblemente, varios radicales salieron a apoyar a su principal candidato. El senador cordobés Ramón Mestre arremetió contra “las declaraciones oportunistas y egoístas de algunos dirigentes opositores que sólo suman a la confusión general”. Alfonsín, vicepresidente de la Cámara de Diputados, insistió con su hipótesis de que una renuncia de Cobos “sería un remedio peor que la enfermedad”.