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La mayoría de los argentinos considera injusto el fallo relacionado con los fondos buitre que ordena pagarles la totalidad de los bonos. Como se trata de un tema con bastantes ribetes técnicos, los ciudadanos no se animan mucho a contestar sobre si se está actuando correctamente, pero hay una percepción de que el Ejecutivo está respondiendo bien a la situación y que la oposición lo está haciendo mal. Aún así, lo que mejor cae es que oficialismo y oposición actúen juntos, por lo que tiene un alto nivel de aprobación el viaje de los parlamentarios de todos los partidos a Washington a realizar gestiones a favor del país.

Las conclusiones surgen de una encuesta realizada por la consultora Ibarómetro, que fundó la socióloga Doris Capurro y que hoy conduce Ignacio Ramírez. En total se entrevistaron a mil personas de todo el país, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social.

Un trabajo respecto de un tema como el de los fondos buitre tiene la dificultad de que el ciudadano común no domina los aspectos técnicos y, además, hay una intensa batalla mediática en la que tienden a prevalecer los alineamientos políticos anteriores. Se siente la presión de quienes han estado siempre ideológicamente en sintonía con los centros de poder y hoy se sitúan en la vereda de enfrente del Gobierno, pese a que hay voces favorables a la postura argentina incluso de protagonistas como la administración Obama, el FMI, Francia y hasta parlamentarios británicos.

El punto principal tiene que ver con la justicia o injusticia de las decisiones de los tribunales norteamericanos. Una mayoría del 55 por ciento dice que la resolución de la Corte Suprema, que convalida lo decidido por Thomas Griesa, es injusta. Del otro lado, apenas el 27 por ciento, es decir una de cada cuatro personas, responde que los fallos son adecuados. Llama bastante la atención ese porcentaje que respalda casi cualquier hecho que, según piensan, debilita al Gobierno, aunque al mismo tiempo signifique un perjuicio para el país.

Hay casi unanimidad en que la situación tiene serias consecuencias para la Argentina. Un 80 por ciento afirma que lo resuelto afectará mucho o algo a la Argentina, mientras que apenas un cinco por ciento considera que el país no sufrirá consecuencias de importancia. Los que hablan de un escenario más preocupante son –como es obvio– los opositores al Gobierno.

Para el oficialismo estos datos marcan una especie de desafío. Superar un obstáculo que todos reconocen como difícil le permitiría sumar puntos en esa franja ubicada entre los que son parte del núcleo duro favorable al Gobierno y los opositores irreconciliables. Según la mayoría de los consultores, el núcleo duro del oficialismo podría estar entre el 30 y el 33 por ciento, que es el porcentaje de ciudadanos que votó al Frente para la Victoria en 2013, en una elección que no se consideró favorable al oficialismo. Del otro lado, parece haber un 27 o 30 por ciento de durísimos opositores, Y, en el medio, una franja en la que hay ciudadanos que, por ejemplo, votaron a CFK en 2011, cuando obtuvo el 54 por ciento de los votos. Muchos de los consultores en campañas electorales consideran que el FpV debe trabajar sobre esa franja central y, en especial, sobre los que apoyaron a CFK en 2011 y hoy se alejaron por alguna razón. El caso de los fondos buitre –y en general todo lo económico– es decisivo para ese sector de la ciudadanía.

En general, cuando se habla de aprobar o desaprobar la gestión del Gobierno en la cuestión de los fondos buitre, existe una cierta paridad. Un 40 por ciento dice que está manejando bien el caso y un 39 dice que lo está manejando mal. Peor le va a la oposición: sólo un 29 por ciento afirma que está actuando bien, frente a un 40 que considera que se está manejando en forma equivocada. Para los partidos opositores también el tema de los holdouts marca un desafío: no pueden mantenerse demasiado lejos del oficialismo, porque el ciudadano común considera que hay mucho en juego, que está involucrado el futuro del país. Por eso, lo que cae bien son acciones como el viaje a Washington que realizaron los legisladores de todas las fuerzas políticas. La gestión con los parlamentarios norteamericanos, más allá de que no torció la decisión de la Corte que después se conoció, marca una forma de actuar que la gente convalida y quiere ver en una situación como ésta. Con el correr de los días y tras las explicaciones de las últimas jornadas, es muy posible que crezcan las opiniones adversas a los fondos buitre y de rechazo a las decisiones de la Justicia norteamericana. Marca otro de los temas a los que debe prestar atención la Casa Rosada: difundir, explicar, preparar para lo que se viene. Lo más probable es que se afronte una negociación muy dura, con momentos de choque de envergadura, por lo que la gente debe conocer los argumentos que fundamentan la postura oficial argentina.

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¿Qué opinión le merece que dirigentes políticos de la oposición hayan viajado a Estados Unidos junto a representantes del gobierno nacional para respaldar juntos la posición argentina?

¿Usted cree que el fallo de la Corte de EE.UU. afectará a la economía argentina?

¿Usted considera que la decisión de la Corte de EE.UU. de no aceptar la apelación es...?