No los nombró, pero se encargó de dejar bien claro a quiénes se refería. En un acto oficial en Casa Rosada, el presidente Néstor Kirchner cruzó duramente a los ex mandatarios radicales Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa, que criticaron su gestión de gobierno en los últimos días. Los acusó de haber hecho “una pésima administración”, de haber “fundido el país” y de haber sido “incapaces de terminar su mandato”. El propio Alfonsín salió a responderle desde una reunión en el Comité Nacional de la UCR: “La República no está en peligro, pero está lesionada”, dijo, para luego cuestionar el aumento de los decretos de necesidad y urgencia y la “marginación” del Parlamento en temas importantes para el país.

“Los mismos que fundieron y quebraron al país, que lo llevaron a situaciones inestables, que fueron incapaces de terminar su mandato son los que hoy hablan de la república, de la democracia con tanta liviandad: es muy importante que los argentinos tengan memoria”, replicó Kirchner desde Casa de Gobierno ante el auditorio que presenciaba la firma de convenios para el municipio bonaerense de La Matanza y frente a toda la prensa que cubría el acto. Así se refirió a las críticas de Alfonsín, que el lunes advirtió que el Presidente “tiene pretensiones hegemónicas y conspira contra la libertad de poderes”, y también a De la Rúa, que días atrás lo acusó de practicar “un centralismo autoritario”, además de culpar al peronismo y a “la mala suerte” por su salida anticipada del gobierno.

“Hasta hoy habla el que se fue rápido en un helicóptero, tan rápido que no se puede usar más la pista de acá arriba (por el helipuerto de la Casa Rosada) y otros que se fueron antes, que también hablan y creen que los argentinos no tienen memoria y fueron los que nos fueron llevando a una situación límite que la estamos levantando entre todos”, se quejó Kirchner, que terminó por encasillar a los ex presidentes radicales en los moldes de “la vieja política que se resiste a irse”. Después, el jefe de Estado remarcó que “es importante que las sombras del pasado, todos esos presidentes que nos llevaron al fracaso permanente, queden grabados en la historia de los argentinos porque estamos avanzando con mucho esfuerzo”.

Las palabras de Kirchner enfurecieron a los radicales. El presidente de la UCR, Roberto Iglesias, rechazó el fuerte cuestionamiento del Presidente hacia su partido y sostuvo que “no llaman la atención las últimas críticas, forman parte de su impresentable modo de confrontar contra todo y todos, en una inexistente lucha contra nadie”. En tanto, el jefe de la bancada radical de Diputados, Fernando Chironi, dijo que no le “sorprende cuando el Presidente se pone nervioso porque no le salen las cosas bien, cree que puede manejar todo con puro voluntarismo” y opinó que el jefe de Estado “debería hacer docencia respecto de lo que es el respeto hacia otras figuras que ocuparon la primera magistratura”.

El mismo Alfonsín salió en defensa propia al dirigirse a sus correligionarios en la reunión del Comité Nacional del radicalismo: “Yo salvé la democracia sin pensar en mi orgullo personal, abandonando antes como me lo pedían” diversos sectores como “el Partido Justicialista, el Frejuli y la CGT”, argumentó el ex mandatario para luego contraatacar: “La República no está en peligro, pero está lesionada”, insistió.