EL PAíS › FILMUS EN EL PRIMER CONGRESO ARGENTINO DE CULTURA

Un modelo para este siglo

El ministro de Educación habló de los proyectos educativos como un aspecto fundador de un modelo cultural de país.

 Por Werner Pertot
Desde Mar del Plata

“Un chico que comienza este año la escuela se va a recibir en 2016 y, si le dimos oportunidades, terminará la universidad en 2026. Y va a trabajar hasta el 2060. No sabemos cómo será la Argentina de 2060, pero el futuro de ese chico lo estamos definiendo hoy”, planteó el ministro de Educación, Daniel Filmus, que aprovechó su conferencia en el Primer Congreso Argentino de Cultura para continuar el debate sobre la nueva ley de Educación que el Gobierno busca sancionar este año y que ha recibido diversas críticas de la oposición. “Hay algunos que se quejan porque algunas cosas sean obvias, en un país donde hasta lo obvio no se cumple. Por ejemplo, este congreso, que no se había hecho nunca antes”, dijo Filmus, que hizo un racconto de los distintos proyectos educativos argentinos.

En lugar del Teatro Auditorium, a Filmus le tocó el monumental Hotel Provincial para disertar, con la ciudad cubierta por la bruma. “Les agradezco que me hayan invitado. No les agradezco tanto que sea un sábado a la mañana y tan lejos de casa”, sostuvo el ministro. El secretario de Cultura, José Nun, y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, lo escuchaban entre el público. “Hay pocos momentos tan oportunos como éste para debatir sobre el proyecto cultural del país, que se plasma en su sistema educativo y no sólo en el currículum escrito, sino en el oculto: cómo son sus instituciones, cuán democráticas o autoritarias”, sostuvo Filmus, que destacó: “Se está discutiendo la ley de educación, que es el proyecto cultural para el siglo XXI”.

“¿Por qué una nueva ley de Educación? Porque está cambiando el modelo de país, si no no tendría sentido”, se preguntó y se respondió el ministro. “Si no está claro qué país queremos, no podemos decidir qué educación buscamos. Por eso, en el documento sobre la ley, que se está discutiendo en todas partes, lo primero que planteamos fue eso”, aseguró Filmus, quien recurrió a los sociólogos Emile Durkheim y Pierre Bourdieu para definir la educación como la transmisión “de una parte del universo cultural que hacen los sectores dominantes”. “Pero la dominación no sólo es económica, también puede ser regional (como el criterio de la generación del ’80: de Buenos Aires al resto del país) o puede ser de género”, explicó Filmus, que llevó este concepto a una revisión de la historia de la educación.

El ministro trazó dos modelos culturales: uno, que se fundó en el modelo agroexportador a fines del siglo pasado y que se plasmó en la ley 1420 y otro, marcado por la sustitución de importaciones, que comenzó en los años treinta. “La ley 1420 marcó un modelo de país. La Argentina no tenía un modelo económico integrador, por lo que desarrolló un proyecto cultural que integró”, remarcó Filmus, quien planteó que “la escuela jugó ese papel para la unidad nacional”. Lo graficó con el ritual de izar la bandera en todas las escuelas del país.

Sin embargo, criticó el modelo de centralidad porteña de la generación del ’80. “¿Se acuerdan de ‘composición tema la vaca’? Los libros de lectura de principio de siglo, cuando el 80 por ciento de la población era rural, mostraban al padre llegando de la oficina con la pipa en la mano. Era el atropello del puerto sobre el resto de la Nación”, sostuvo. “Los bachilleres formaban para m’ijo el dotor. Al mismo tiempo, surgen las escuelas de anarquistas, socialistas o de La Fraternidad, que tenía sus propias escuelas para ferroviarios. Pero no lograron cambiar la estructura educativa, sino que decantaron en las escuelas técnicas”, afirmó Filmus.

A este modelo, contrapuso el que acompañó la sustitución de importaciones y que se consolidó con el peronismo. “En los libros de texto aparece en la página 2 el obrero con el mameluco. Empieza a ser el trabajo el centro del proyecto cultura. Esto se pierde a fines de los sesenta”, dijo. “Acabamos de cumplir cuarenta años de la Noche de los Bastones Largos, que marca la ruptura entre un modelo cultural-educativo y un modelo de país”, planteó.

“En el ’73 hubo un pequeño modelo de educar para la liberación, mientras que desde 1976 tuvimos que educar para el orden, que tampoco expresa una proyección de país”, indicó. “En los noventa, diría que fue educar para la contención social. Tuvimos un ministro que nos mandó a los investigadores a lavar los platos”, recordó en alusión al ex ministro de Economía Domingo Cavallo. “¿Se acuerdan de que hablaba de las provincias ‘inviables’? En los noventa, se eliminó la educación técnica, porque no se necesitaban ingenieros. El modelo era el ingeniero-taxista”, afirmó. “El nuevo modelo debe plantear cuatro ejes: identidad, democracia, justicia social y productividad en una sociedad de conocimiento”, concluyó Filmus.

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Filmus habló ayer por la mañana en el encuentro en Mar del Plata.
Imagen: Télam
 
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