El represor Antonio Domingo Bussi se negó ayer a declarar en los tribunales federales de Tucumán, donde fue citado a prestar declaración indagatoria por una de las tantas causas en las que está imputado por violaciones a los derechos humanos.

El juez Jorge Parache, que ordenó recientemente para Bussi y para Luciano Benjamín Menéndez el traslado a una cárcel común, lo recibió en su despacho durante tres horas, en las que Bussi le reiteró su negativa y agregó que lo “investigaban por hechos de guerra, que no pueden ser sometidos a la jurisdicción de la Justicia civil”. Bussi estuvo acompañado por su abogado, Horacio Conesa Mones Ruiz, y su hijo Ricardo, senador nacional, quien declaró que “es una enormidad que ahora pretendan enviarlo a una cárcel como si se tratara de un delincuente común”. Conesa Mones Ruiz recurrió la decisión de Parache y ahora será la Cámara Federal de Apelaciones la que deberá resolver, en definitiva, dónde deben ser alojados los ex gobernadores de facto de Tucumán y de Córdoba.