Domingo, 14 de enero de 2007 | Hoy
EL PAíS › LOS CONTACTOS DEL LIDER PIQUETERO
Marcha con Juan Carlos Blumberg y se reúne con Patricia Bullrich, Ricardo López Murphy y Ramón Puerta, entre otros dirigentes. Pasó la Navidad con Huberto Roviralta y la vedette Nazarena Vélez. Sus ex compañeros lo acusan de hacer show y de ser funcional a intereses opuestos a los que dice defender. El contesta y dice que no hará alianzas con sus nuevos amigos.
Por Werner Pertot
¿Raúl Castells se convirtió en la vedette de la derecha? Lejos de las épocas en que trataba a los empujones a los carapintadas, el líder piquetero no dudó en participar de la marcha del ingeniero Juan Carlos Blumberg, que también lo acompañó a Villa Fiorito, tuvo reuniones y conferencias con Ricardo López Murphy, Patricia Bullrich y Ramón Puerta, que sólo tienen elogios para él. En Navidad, estuvo incluso con el rabino Sergio Bergman. En cada encuentro, Castells se ocupó de explicar que no coincide ideológicamente con ellos. “En las próximas elecciones, serán dos frentes de derecha: el del kirchnerismo y el de la derecha tradicional (Macri, López Murphy, Blumberg)”, dijo Castells sobre los dirigentes con los que no esquivó ninguna de las fotos. En diálogo con Página/12, algunas estrellas de la derecha explican su relación con el desbarbado dirigente.
Con sus contactos con referentes de la derecha, Castells se ha ganado críticas de otros referentes piqueteros y los insospechados elogios de más de un político conservador. La mayoría destaca su perfil “dialoguista” y su cambio de actitud con respecto al sector más antipiquetero. “Creo que no es una decisión de él. Hay una clara distorsión de las categorías de derecha e izquierda en su sentido histórico y su vigencia actual. Castells estaba en la izquierda y no hablaba con nadie de la derecha. Y de repente lo está haciendo. Es muy inteligente y mucho más lúcido de lo que muchos creen”, remarcó el rabino Bergman.
Castells sorprendió a más de uno de los habitués en el tradicional templo de la calle Libertad, al frente del cual está Bergman, cuando participó en noviembre de uno de los conciertos de la orquesta interreligiosa Armonía. “Algunos me preguntan qué hago con un piquetero. Hay agendas que compartimos, manteniendo nuestras diferencias”, consideró Bergman, que suele mostrarse junto a Blumberg. “Me imaginé una personas más sectaria”, afirmó el ex gobernador de Misiones, Ramón Puerta. Se conocieron con Castells con los viajes que hizo el piquetero para apoyar al obispo Joaquín Piña. Luego tuvieron una reunión en Buenos Aires. El Sindicato de la Carne hizo de celestina en una cena de la que participó Nina Peloso. Para el líder del MIJD, es la confrontación con Néstor Kirchner lo que lo empuja a acercarse a estos sectores. “La derecha defiende las instituciones de lo que hoy existe”, refirió.
El cuco
Rosarino de origen, su familia se mudó a Mar del Plata y luego a Buenos Aires. Castells creció trasuntando distintos trabajos: fue diariero, pulidor de pisos de mosaico, panadero, obrero de la construcción y almacenero. En los setenta, se acercó al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Fue voluntario en la Universidad Técnica del Estado en Chile cuando asumió Salvador Allende.
En su trabajo en el Hospital Español, tuvo su primer contacto con los jubilados. En los comienzos del menemismo, tras fundir el almacén que había puesto en Banfield, conoció a Nina Peloso y se fue a vivir con ella a Villa Albertina, en Lomas de Zamora. En los noventa pasó por el Movimiento al Socialismo (MAS) y el Partido Obrero (PO). Saltó a la vida pública con Norma Plá en las protestas de los jubilados. En una de las marchas, en agosto de 1994, Aldo Rico recibió un empujón de Castells que lo dejó tirado en la vereda con dos dientes rotos. “Pero qué va a ser jubilado, si era un gordo con barba”, dijo el carapintada.
Luego Castells conformó la Corriente Clasista y Combativa con Carlos “El Perro” Santillán y Juan Carlos Alderete. Se fue en 2001, con su propia corriente: el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD. En ese momento era el cuco de la derecha bienpensante, que pedía mano dura para los piqueteros.
Relaciones peligrosas
Pero los tiempos cambian: durante sus largas estadías en prisión (estuvo cinco veces detenido), Rico terminó olvidando lo del empujón y pidió su libertad. También lo hizo el ex presidente Carlos Menem. Castells tuvo un amable diálogo con el riojano desde la cárcel, que se hizo público por una radio chaqueña:
–Hemos tenido diferencias históricas, pero defendemos que toda la gente pueda tener libertad política, que nadie sea perseguido, ni exiliado. Le mandamos un saludo –le dijo Castells.
–Al contrario, Raúl. Vamos a poner todo de nuestra parte para que usted pueda recuperar su libertad –le devolvió la gentileza el ex presidente, que recibió de Castells el status de “exiliado político”.
López Murphy le solicitó que dejase la huelga de hambre, junto con Bullrich y la diputada Nélida Manzur, que no es otra que la suegra del represor Luis Patti.
Poco después de salir libre, Castells invitó al periodista Bernardo Neustadt a dar una charla en Villa Albertina. “En la Universidad de Belgrano, se me acercó Castells y me dijo que siempre me había admirado y que me había seguido en televisión y en mis libros. Me pareció raro”, contó Neustadt. “Estamos en los antípodas de su pensamiento. Pero no queremos ponernos anteojeras ideológicas”, comentó entonces el dirigente.
Por su cercanía con dirigentes de derecha recibió las críticas de otros piqueteros –el primero en la fila es Alderete, su ex compañero de ruta–, así como de los organismos de derechos humanos que le cuestionaron que dijera que “la dictadura militar era más honesta que Kirchner”.
“Eso degenera nuestro reclamo como desocupados. Eso es más un show que otra cosa. Están en el glamour, en el show. Nosotros no acordamos para nada con esos temas”, señaló Alderete a Página/12 sobre los recientes contactos de Castells con la derecha. También recordó las discusiones por su perfil personalista: “Cuando uno transporta la figura a la organización se transforma en que uno maneja la organización. Esto ha sido una permanente discusión con él”, afirmó.
“Nuestra opinión es completamente negativa. Hace años que no hay un campo común de acción entre Castells y las organizaciones de izquierda. Está en un proyecto personal-publicitario y completamente oportunista. Apoyar el reclamo de mano dura de Blumberg va contra los trabajadores y la seguridad para los barrios humildes”, señaló el dirigente del Polo Obrero, Néstor Pitrola. “Creemos que la derecha lo está usando, ya que no tiene raíz popular. Y él es funcional a ese uso”, apuntó.
Durmiendo con el enemigo
Castells fue a las primeras marchas de Blumberg, pero su relación con el adalid de la mano dura se afianzó en la última movilización a Plaza de Mayo. En diálogo con este diario, Castells se defendió: “El gran problema es si hubiéramos ido a la contramarcha de (Luis) D’Elía. La derecha es una socia del Gobierno. A diferencia de Kirchner, no hemos ido con el padre de Macri”, recordó. Con el empresario, la relación es nula.
El ingeniero le retribuyó su participación con su concurrencia a una marcha por la seguridad en Villa Fiorito. “Con Castells he tenido muchas reuniones. La última vez que lo vi fue cuando se prendió fuego. Es un hombre que respeto, porque lucha por sus ideales. Y por la gente humilde, que es la que más sufre la inseguridad”, destacó Blumberg a Página/12. “Algunas cosas con él comparto y otras no”, aclaró.
Castells también compartió un panel con el ex jefe de Gobierno Enrique Olivera, además de con Bullrich y López Murphy. El organizador fue el legislador bulldoguista Marcelo Meis. “El hizo una reconversión del piquete molesto que jode a todo el mundo. Ahora hace cosas imaginativas que llaman la atención”, consideró Meis. “Es un referente legítimo. Es un tipo que te va a cortar la calle, pero no toda. Puede hablar”, coincidió Bergman, quien compartió la Navidad con Castells en su local en Puerto Madero. También estuvo de mozo el ex polista Roviralta, acompañado por la vedette Nazarena Vélez. Por esa cena recibió críticas del Presidente, que consideró que el ex polista es un “oligarca”.
Luego Castells sufrió quemaduras en el 20 por ciento de su cuerpo durante un desalojo de un comedor del MIJD en la feria de La Salada. Por las quemaduras, tuvo que desprenderse de su histórica barba. El piquetero recibió la visita de Blumberg, seguida de la de López Murphy, quien estuvo acompañado por el legislador Marcelo Meis. También recibió una llamada de Elisa Carrió. Allí el Bulldog dijo que la única vez que coincidieron fue en el psicoanalista. “Los dos tenemos una misma característica: la coherencia. El tiene una visión maoísta y mi posición está en los antípodas”, señaló el ex ministro de Economía de la Alianza.
Lanzado como candidato a presidente por el Frente de los Trabajadores y del Pueblo (que reúne al MIDJ, Opinión Socialista y Peronismo Revolucionario), Castells remarcó que no habrá un acuerdo electoral con ninguno de sus nuevos amigos. “No vamos con ningún sector de la derecha del país. No compartimos nada políticamente con ellos. Nosotros no acompañamos a nadie de la derecha kirchnerista, ni de la no kirchnerista. Si hay alguna movilización por cuestiones democráticas, iremos”, aclaró.
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