La campaña pasa desapercibida por momentos en Mar del Plata. Los afiches de los candidatos se mezclan entre las propagandas de protector solar. Los más esmerados en la pegatina son la tropa de Francisco de Narváez y del gobernador neuquino Jorge Sobisch, que incluso contrataron un avión que lleva su apellido flameando por las playas; también puede verse alguna pintada de “aguante Carrió” y unos escuetos carteles de “Bienvenido Mauricio”. Sin embargo, los dirigentes de centroderecha tejieron varios encuentros a la vera del mar. El ingeniero Juan Carlos Blumberg tuvo una reunión con Sobisch. Le pidió que se sumen a la mesa de diálogo, a la que intentará convocar también –según anunció– a la radical Margarita Stolbizer y al socialista Hermes Binner. En tanto, Sobisch también se encontró con el líder de PRO, Mauricio Macri. Quedaron en viajar a Corrientes para oponerse a la reforma constitucional.

El padre de Axel dijo que seguirá pensando su candidatura, pero que no se va a tirar “ni de un trampolín, ni al medio del río”. Mañana volverá a hablar con el candidato a presidente Roberto Lavagna, para proponerle un encuentro e intentar acercarlo a Macri.

Recién llegado a La Feliz, el gobernador de Neuquén recibió en el colosal Hotel Costa Salguero a un distendido Blumberg sin corbata, con una camisa azul desabrochada y jeans. “Estoy de sport”, le aclaró el ingeniero, que llegó dos horas tarde al encuentro, ya que tuvo que viajar desde Cariló. Debatieron la posibilidad de un frente, con el que Sobisch se mostró de acuerdo. Lo único que le advirtió es que “el tema de convocar al Gobierno no tiene mucho asidero”. Luego ofrecieron una conferencia de prensa en el subsuelo del hotel.

“Cuando Blumberg me llama no empiezo a elucubrar qué hay atrás. Si los que estamos en política empezamos a descalificar a la gente nueva, esto va mal”, advirtió Sobisch sobre los rechazos que sufrió Blumberg por parte de la líder del ARI, Elisa Carrió –quien dijo que se trataba de una operación orquestada por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández– y por parte de Lavagna, quien afirmó que no quería “inflar un tema que no existe”. En la conversación telefónica que mantuvo ese día con Blumberg, le hizo sentir su descontento: “¿Cómo lo llamó a Macri antes que a mí?”, le reprochó. El ingeniero, sin embargo, no se desanima e intentará un encuentro esta semana con el ex ministro de Economía de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner.

“Es un buen candidato a gobernador de Buenos Aires. Mucho mejor que Scioli”, sonrió el neuquino cuando le preguntaron qué pensaba que decidiría Blumberg. “Sobisch puede contribuir con su experiencia”, regaló el ingeniero, y consideró que hay que “dejar estos vedettismos de los políticos que sólo buscan intereses personales”. El dardo pareció dirigido a la líder del ARI. “¿Qué tengo que ver con Alberto Fernández? Cuando hacíamos marchas a Tribunales o al Congreso, no les molestaba. Pero cuando fui a Plaza de Mayo, me convertí en el enemigo”, razonó el ingeniero, y se deshizo en elogios hacia el Manhattan Institute, donde pasó por más de un curso sobre seguridad. “(El alcalde Rudolph) Giuliani cambió Nueva York: ya ni saltan los molinetes”, dijo.

Blumberg sostuvo que en el radicalismo buscó a Stolbizer y a Artaza para su mesa de diálogo porque la conducción de la UCR le resulta “confusa”. “Unos están con el Gobierno, otros con Lavagna, uno ya se pierde”, señaló. Stolbizer todavía no respondió al llamado del ingeniero, mientras que Artaza se encontrará hoy con Blumberg. El capocómico se mostró partidario de la mesa de diálogo y de que el padre de Axel “elija su partido”. “A dialogar con Blumberg sí me sentaría, porque es un nuevo referente. Con López Murphy he hablado. ¿Cómo no voy a hablar con Macri también? Me sentaría a hablar. Pero me parece que la oposición tiene que tener una identidad. La mía está en la UCR”, aseguró el dirigente.

Por la tarde, se encontraron Sobisch y Macri. “Es una reunión de repaso. Sobisch tiene su propio proyecto y está tratando de instalarlo”, había dicho el presidente de Boca sobre el encuentro y la postulación del neuquino para presidente. “Con Macri nos pusimos de acuerdo en cinco minutos. En mayo, cada uno tendrá que mostrar lo que tiene”, coincidió Sobisch. El encuentro transcurrió sin sobresaltos: acordaron continuar los encuentros y seguir en sintonía con los acuerdos provinciales, como el que sellaron el macrismo y el sobischismo en Corrientes. La provincia tendrá elecciones de constituyentes el 18 de febrero. Esta semana ambos dirigentes quedaron en viajar juntos a apoyar la lista conjunta. Poco antes de la elección, Blumberg tiene pensado viajar a Corrientes y manifestarse contra la reforma de la Constitución. Lejos de esos dilemas, los tres (Macri, Blumberg y Sobisch) terminaron un agitado día de reuniones en el palco del empresario, donde vieron el clásico de Boca y River.