El Comando Superior Justicialista presentó ayer otro capítulo en la lucha por el peronismo. Los ex presidentes Adolfo Rodríguez Saá y Ramón Puerta, el ex senador Eduardo Menem –en representación de su hermano Carlos– y el gobernador de Neuquén Jorge Sobisch reclamaron “la inmediata intervención del PJ bonaerense” y volvieron a la carga con la “refundación del partido y el comienzo de una nueva etapa del peronismo”. En el escenario colmado de gente ansiosa por salir en la foto, lograron acomodarse en cada extremo dos candidatos a gobernadores bonaerenses en busca del respaldo anti-K: el empresario Juan Carlos Blumberg, que asomó silencioso en “calidad de observador”, y el ex subcomisario Luis Abelardo Patti, con hinchada propia. El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, y el referente de la Ucede, Jorge Pereyra de Olazábal, también merecieron los aplausos de los convidados a los “dirigentes aliados”. El peronismo antikirchnerista plantó esta vez bandera con un acto en La Bombonerita, que dejó duras críticas para la conducción partidaria y el gobierno nacional.

“Hoy juega el peronismo, papá”, sonreía un militante a la espera de una acreditación en la mesa de la entrada de la cancha de básquet de Boca Juniors. Pasado el mediodía, las plateas estaban llenas con hinchas de cada bando, cada uno con consigna propia: “Con Menem ganamos todos”, “Menem lealtad y dignidad”, o “Menem Vence 2007”, las que competían con las de “Sobisch Presidente 2007”. El tercero en desplegar su aparato fue Patti, el ex intendente de Escobar que llevó pecheras, panfletos y percusión. El misionero Ramón Puerta y Adolfo Rodríguez Saá decidieron no inundar de papelitos el suelo del “Cabildo Abierto del Frente Movimiento Peronista de la Provincia de Buenos Aires”. Con el puntano como moderador se le dio paso al Himno Nacional seguido de una marcha peronista “a capella”. El grito de “Viva Perón” le dio cierre al minuto de silencio pedido para Juan Domingo, Eva Duarte y José Ignacio Rucci.

Después de la liturgia y una vez congelada la desorganización, se refutaron las críticas al congreso original de Potrero de los Funes, “que se celebró con todas las formalidades, quórum legal y ha sido aprobado por la Justicia electoral”. Era una respuesta a los dichos del presidente del PJ bonaerense, José María Díaz Bancalari, quien planteó días atrás que esa reunión era “nula en su origen y sólo podía reproducir nulidades sucesivas”.

En el acto no se definieron candidaturas pero entre bombos y pancartas se nombró un interventor que tendrá hasta el 17 de agosto para “confeccionar la lista única” para las elecciones generales del 28 de octubre con el fin de “cambiar el destino de la argentina”.

La sorpresa la dio el empresario Juan Carlos Blumberg, que era un invitado no confirmado. Como una señal de apoyo, al terminar el acto dijo que “el peronismo tiene mucha sensibilidad social y los argentinos tenemos que sumar, no restar”. Blumberg dejó claro que está buscando apoyos para su ya lanzada candidatura a gobernador bonaerense: “hay que aprender a sumar, estoy escuchando ofertas”.

El Adolfo resumió en tres ejes un documento elaborado por la “junta provisoria” y consagró la designación del “compañero diputado nacional Carlos Dellepiane” como interventor para que depure los padrones, confeccione una lista única y así recupere “las banderas históricas de la justicia social, la independencia económica, la soberanía política”.

Al grito de “Que vuelva Menem, que vuelva ya...”, apareció la palabra de su hermano Eduardo transmitiendo “el abrazo peronista” del ausente por compromisos de campaña en La Rioja. Una batería de críticas al gobierno nacional recorrió las bocas de todos los dirigentes: “las muertes por desnutrición en Chaco, la metida de mano en el Indec, la crisis energética y el cuento chino de las inversiones chinas”.

El momento de mayor intensidad del acto fue cuando Sobisch aseguró que “esta argentina no es para cagones, es para hombres y mujeres que nos plantamos y vamos a ir adelante defendiendo nuestros intereses”. Además, acusó ser “perseguido” porque tuvo “la osadía de pensar en la República Argentina”. Hoy se cumplen 4 meses del asesinato del maestro neuquino Carlos Fuentealba, en la represión del reclamo salarial docente.

El último orador, el candidato a gobernador de Misiones, Ramón Puerta, no dejó traslucir cómo jugarán las presencias de los “aliados” tras el encuentro pero, de antemano, les agradeció que “depositen su caudal de prestigio, de conocimiento y de buena voluntad” al entramado político. “Viva Perón, viva Evita, viva la Argentina”, fue lo último que sonó en los parlantes.

Informe: Sebastián Abrevaya.