Desde San Juan

“De eso con el Presidente no hablo.” El gobernador José Luis Gioja, quien hoy se postula a la reelección, no deja lugar a dudas. Cuando se le pregunta por el incidente de la valija con los 800 mil dólares, dice que el tema no formó parte de su última charla con Néstor Kirchner. Como se estila en estos casos, Gioja analizó con el Presidente la previa del comicio –las encuestas, los pálpitos, las expectativas– en una conversación telefónica. Esta elección llega en un momento complicado para el Gobierno: tras las derrotas de Capital Federal y Tierra del Fuego y opacado por un escándalo que promete tener mucho centimetraje mediático. Un triunfo de la fórmula del Frente para la Victoria sería un respiro en medio de tanto vértigo. Los pronósticos asoman favorables para el oficialismo. Gioja ganaría cómodo sobre el senador Roberto Basualdo, un ex aliado de Adolfo Rodríguez Saá que ahora apoya a Cristina Kirchner pero no al Gobierno.

Gioja pasó el último día previo a las elecciones junto a sus compañeros del partido. Con ellos, en la sede del Congreso provincial del PJ de la calle 25 de mayo, repitió una de sus clásicas cábalas. Organizó una polla en la que cada participante debía apostar diez pesos para pronosticar los porcentajes de las tres primeras fuerzas. Votaron unas cincuenta personas y se juntaron quinientos pesos. En todas las apuestas ubicaron primero al Frente para la Victoria, segundo al Frente para el Cambio de Basualdo y tercero al candidato de la Coalición Cívica, Diego Seguí. En el cierre de campaña de Seguí estuvo la fundadora del ARI, Elisa Carrió. Los otros candidatos, que no aparecieron en la cábala de los justicialistas, son Hugo Ramírez (PRO), Miguel Arancibia (Una Nación Avanzada, lavagnismo), Horacio Córdoba (Concertación Popular) y José Mini (Movimiento Socialista de los Trabajadores). Antes del comienzo de la veda electoral, Seguí recordó que dos hermanos del gobernador ocupan una banca en el Congreso: César Gioja es senador, Juan Carlos es diputado. Los dos presiden las comisiones de Minería de cada cámara.

Las encuestas anticipan una victoria de Gioja por más de treinta puntos. En la calle, los remiseros y los taxistas coinciden en el diagnóstico. “Va a ganar por robo”, aseguran. Muchos atribuyen esa diferencia a la reactivación que vive la provincia. También, al recuerdo de la crisis que terminó con la destitución del ex gobernador Alfredo Avelín en 2002. Gioja considera que sus posibilidades se basan en la suba de las exportaciones (en 2006 sumaron 640 millones de dólares), en la inauguración de obras públicas que estaban paralizadas, como el Centro Cívico, un edificio que los sanjuaninos llegaron a llamar “el monumento a la corrupción”, en el redescubrimiento del turismo y la comercialización de productos típicos del clima seco, como tomate, ajo y cebolla. Sin embargo, una buena parte del boom del consumo –y la mitad de las exportaciones– se deben al desembarco en San Juan de la empresa Barrick. La minera canadiense está extrayendo oro y plata de una mina a cielo abierto. Y para hacerlo usa cianuro.

El uso de cianuro para separar los minerales es un procedimiento polémico, en algunos lugares –como Mendoza– no ha sido aceptado por el riesgo de contaminación. El tema apareció en la campaña, pero estuvo lejos de convertirse en el eje. Se ven algunos afiches pegados en la calle que dicen “sí a la minería responsable, no al cianuro”. Sin encontrar demasiado eco en la opinión pública, Basualdo intentó capitalizar la controversia. “¿Por qué no le preguntamos a la ciudadanía si quiere una mina a cielo abierto que use cianuro? Yo propongo hacer un plebiscito vinculante sobre las mineras”, dice a Página/12. Gioja se defiende citando números. “Hay un gran desconocimiento de los que vienen de afuera. En San Juan estamos desarrollando la misma minería que se hace en Chile, del otro lado de la frontera. Allá no hay contaminación. La minería da trabajo a entre treinta y cuarenta mil personas. En San Juan sólo el 2,3 por ciento de los 90 mil kilómetros cuadrados de tierra es cultivable. Suerte que en estas tierras hay caliza, oro y plata. Si no tendríamos que expulsar gente”, argumenta a Página/12. “Ahora le estamos encontrando el agujero al mate.”

La discusión sobre la minería tiene dos aspectos. La posibilidad de que el cianuro contamine los ríos y las napas subterráneas –por la zona del proyecto Veladero, a doscientos kilómetros de la capital, surca el río San Juan–, y también el dinero por regalías e impuestos que les queda a las arcas provinciales. Los candidatos tienen diferencias en los dos temas. Gioja parece conforme con el aporte impositivo de las mineras. Dice que una tercera parte de lo que recibe la provincia por Ingresos Brutos lo cobra a través de Barrick y que también recibe el cinco por ciento de lo que extraído en boca de mina en materia de regalías. Basualdo señala que el ingreso por regalías no supera el tres por ciento, y a que a ese porcentaje las mineras le descuentan los gastos de explotación y exploración. “La mayor parte del presupuesto anual, de 2300 millones, proviene de la coparticipación. La nación nos gira 2000 millones, la minería representa sólo 34 millones.”

El debate sobre las mineras a cielo abierto no llegó a ocupar el centro de la campaña. El clima electoral se vio condicionado por los problemas de seguridad y, también, por la llegada de un equipo sanjuanino –San Martín de San Juan, histórico rival de Sportivo Desamparados– al fútbol de primera tras fatigar treinta años en el ascenso. El viernes a la noche, Gioja estuvo en el primer partido de local de San Martín, que perdió 1-2 con San Lorenzo. El gobierno provincial construyó a contrarreloj una tribuna para ocho mil espectadores: sólo así el estadio pudo cumplir con los requerimientos de la AFA. La entidad que preside el eterno Julio Grondona había amenazado con ordenar el traslado al estadio Malvinas Argentinas de Mendoza. Para Gioja eso era una afrenta casi personal. Como todos sus comprovincianos, tiene cierta pica con sus vecinos del sur, los mendocinos.

El traslado a Mendoza también implicaba otra cuestión algo antipática para Gioja ya que no se lleva muy bien con el radical Julio Cobos. A pesar de la resistencia que su figura generaba en muchos gobernadores peronistas, Cobos fue finalmente elegido como compañero de fórmula de Cristina Kirchner. Hace unos meses, una anécdota pareció ilustrar esa difícil convivencia. En una de las actividades del congreso de filosofía organizado en San Juan, donde la candidata presidencial del Frente para la Victoria tuvo mucho protagonismo, Cobos se encontró sin asiento hasta que, a último momento, una gestión de Presidencia logró ubicarlo al lado de CFK. Ese día pocos recordaron un antecedente que decía mucho sobre su relación con Gioja. En Mendoza y tras muchos reclamos de grupos ambientalistas, la Legislatura terminó prohibiendo la instalación en la provincia de minas a cielo abierto con uso de cianuro. Cobos no vetó la ley.

La elección de hoy mostrará algunas curiosidades que se dan sólo en algunos distritos. Los 438.193 electores registrados en el padrón deberán elegir también diputados provinciales: como la Legislatura de 34 miembros es unicameral, 15 legisladores serán elegidos según el sistema proporcional (por la cantidad de habitantes) mientras que los otros 19 serán votados en forma uninominal, en representación de los 19 departamentos en que está dividida la provincia. El mismo sistema –de legislatura unicameral– rige en Santa Cruz. No es ésa la única similitud con la provincia del Presidente. Al igual que el Banco de Santa Cruz, el Banco de San Juan está en manos del grupo económico de Enrique Eskenazi, el propietario de la constructora Petersen, Thiele y Asociados.