En un acto que significa la puesta en marcha de Botnia, Tabaré Vázquez encabezará en Nueva Palmira, Colonia, la inauguración del puerto de Ontur, construido por la pastera para exportar su producción. El gobierno uruguayo rodeará la zona con un fuerte operativo de seguridad para evitar las protestas. Los vecinos de Gualeguaychú ya anunciaron que van a manifestar su repudio sobre el río, con una marcha de lanchas frente al nuevo puerto que se mantendrá sobre aguas argentinas; también los productores agropecuarios y vecinos uruguayos que se oponen a las papeleras planean repartir folletos y colgar carteles en las inmediaciones del palco oficial. “El clima es de mucha presión”, definió a Página/12 Carlos Vico, uno de los referentes de los productores agropecuarios.

El secretario de la presidencia uruguaya, Gonzalo Fernández, y el jefe de Gabinete argentino, Alberto Fernández, se reunieron ayer por la tarde en la estancia de Anchorena. El encuentro fue rodeado del mayor hermetismo y a su término, en Buenos Aires, la Cancillería difundió un comunicado en el calificó de “emprendimiento ilícito” a Botnia. La cartera de Jorge Taiana, quien también habría participado de la reunión, consideró además la inauguración como “un agravamiento de la controversia”. No hubo más comentarios sobre el tema. Los dos Fernández han sido históricamente los encargados de la negociación en el conflicto de Botnia que, con la entrada en funcionamiento de la planta, entra ahora en una zona de mayor tensión social.

La asamblea de Gualeguaychú ya decidió hacer su primera marcha hasta la puerta de Botnia. Será el domingo, día en que los vecinos quieren cruzar el puente para llevar la protesta a territorio uruguayo. La intención es que la marcha sea masiva (de entre dos y cinco mil personas) y pacífica. Como era previsible, en Montevideo los medios reprodujeron la noticia con tono apocalíptico, mientras el gobierno de Vázquez daba a conocer que reforzaría todas las medidas de vigilancia. En principio, hoy habrá un operativo especial de la Armada custodiando el río, agentes de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia y del Servicio de Seguridad Presidencial harán lo propio en Nueva Palmira y el ejército llevará la brigada de explosivos para hacer un relevamiento del terreno antes del acto.

El intendente de Colonia, Walter Zimmer, caldeó este clima ya difícil al declarar que si aparecen “piqueteros argentinos manifestando contra Botnia” va “a pedir al Ministerio de Interior que intervenga para que los saquen”. Zimmer dijo que no tolerará “que esas personas que están cortando el puente vengan a territorio uruguayo a proferir insultos” porque “la soberanía está primero”.

En la inauguración, Tabaré será acompañado por varios de sus ministros. Una delegación del gobierno de Finlandia viajó para subirse al palco en el que también habrá directivos de Botnia. Allegados a la compañía confirmaron que el acto significará “la puesta en marcha del proyecto”, ya que la empresa no prevé realizar una inauguración formal de la planta de Fray Bentos una vez que comience a funcionar.

El nuevo puerto es un muelle de 180 metros de largo por 40 de ancho para embarcaciones de ultramar. Pertenece a la compañía Ontur, de la cual Botnia es la principal accionista, con una participación del 40 por ciento. En el predio se construyó un depósito con capacidad para almacenar 100 mil toneladas de pasta celulosa, el más grande de los que existen en el país. A pocos kilómetros se instalará además Isusa, una fábrica de ácido sulfúrico para abastecer a la planta de Fray Bentos. Isusa ha generado resistencias entre la propia población de Nueva Palmira, que ha hecho cortes de ruta, una medida que en el Uruguay es infrecuente y está muy estigmatizada. Pero la construcción de la fábrica, al igual que lo que sucedió con Botnia, también genera adhesiones por la promesa de generar puestos de trabajo.

“No queríamos que se instalara Botnia, no pudimos evitar que se instalara Isusa ni queremos a Ence. No somos ambientalistas, sino pequeños y medianos productores que vemos en peligro nuestro sustento”, dijo ayer Carlos Vico desde Nueva Palmira. El vecino indicó que la intención es hacer “actividades de difusión”, pero que “incluso es difícil” por la hostilidad del gobierno uruguayo.

El comunicado de la Cancillería argentina definió, por su parte, la inauguración de la terminal portuaria como “un agravamiento de la controversia”. “Recibimos con gran preocupación y desaliento el anuncio del gobierno uruguayo de que con la presencia de las más altas autoridades gubernamentales de ese país, así como de invitados de Finlandia, se inaugurará una terminal portuaria que servirá para el transporte de sustancias y materiales vinculados al emprendimiento ilícito Orion, a cargo de la empresa Botnia.”

En cuanto a la protesta de los vecinos de Gualeguaychú, el coordinador de la asamblea, José Gómez, anticipó que las lanchas irán en trailer hasta Paranacito para armar desde ahí la caravana fluvial. “La Prefectura va a acompañarnos con la condición de que no invadamos aguas uruguayas –agregó Gómez–; la idea es acercarnos a hasta unos 500 metros de Ontur.”

Los voceros de Botnia dijeron que la compañía no hará ningún tipo de declaraciones. La planta retomó esta semana las pruebas con productos químicos, centradas ahora en poner a punto las máquinas para el proceso de blanqueo de la pasta de celulosa.