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Renunció Alberto Fernández, que fue quien la convenció de incorporarse al proyecto kirchnerista. ¿Qué implicancia tiene ese alejamiento en su futuro político? (N de R: en ese preciso instante le suena el celular y es el ex jefe de Gabinete.)

–Yo trabajo en un proyecto... Es cierto que Alberto me convenció –y te puedo asegurar que es muy insistente– de aceptar el desafío de administrar el Pami. No trabajo en virtud de las personas, estoy aquí porque comparto el proyecto, podré tener un cargo o no. Trabajo para la Presidenta como antes lo hice, desde el Pami, para el presidente Néstor Kirchner y lo hago muy orgullosa de ser parte de ese proyecto. La verdad es que Alberto es alguien a quien aprecio enormemente, es un amigo y voy a seguir siendo amiga de él. Me dio muchísima tristeza cuando me enteré de su renuncia por los medios.

–¿Por los medios?

–Hablé con él, pero bastante después de que se hiciera pública la renuncia.

–¿Qué lección queda en el Ejecutivo del conflicto con el sector rural?

–Primero queda claro que redistribuir el ingreso en la Argentina no es fácil. Habrá que revisar los errores que pudimos haber cometido al impulsar esa propuesta, que yo creo que era mucho mejor, por lo menos para pequeños y medianos productores, que la que tienen ahora a partir de la derogación de la Resolución 125. Creo que es necesario reconstruir el campo popular, ningún cambio puede llevarse a cabo si no se da esa rearticulación. El marco de personas que han apoyado el proyecto de Néstor Kirchner, de Cristina, es mucho más amplio que los sectores políticos, sindicales, que tienen representación dentro de este espacio. Hay que trabajar para interpelar a esa parte de la sociedad que nos ha apoyado, que nos ha votado y que no encuentra un canal de participación. Espacios como el de Carta Abierta me parecen muy interesantes para dar esa discusión.

–¿Tiene que haber un replanteo de la Concertación?

–Creo que la Concertación está y todos tenemos voluntad de mantenerla, podrán faltar algunas personas, pero no quiere decir que el proyecto no esté. El gran desafío hoy es cómo pasamos de los viejos partidos nacionales, atrapatodos, que representaban a la izquierda y a la derecha todo junto, a partidos modernos con la representación distinta. Quizá no sea ya con un partido sino justamente con una concertación.

–¿Kirchner desde el Partido Justicialista tiene que impulsarlo?

–Creo que limita mucho que Kirchner sea el presidente del Partido Justicialista para impulsar esto. Creo que Kirchner tiene el deber histórico de impulsar eso.

–¿Por qué lo limita el partido?

–Me parece que al presidir un partido limita la posibilidad de ser el gran articulador, pero la verdad que tengo mucha esperanza en que Kirchner lo logre.