La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación evalúa acompañar la querella de Thelma Jara de Cabezas, que está radicada en el juzgado federal de Sergio Torres. Cuando se abrió el proceso, el fiscal Eduardo Taiano dio lugar a la investigación contra los integrantes del directorio de Atlántida “que estaban en conocimiento de la preparación y elaboración del reportaje y de otras notas sobre lo que sucedía en la ESMA y otros centros clandestinos de detención”. El escrito de Jara de Cabezas menciona que “el caso de mi reportaje no puede ser tomado como una casualidad o un hecho aislado” y enumera una serie de artículos publicados por otras revistas de la misma editorial: Somos, Gente y El Gráfico, cuyo título ya no le pertenece más (lo compró la productora de contenidos deportivos Torneos y Competencias). La denuncia reseña que una nota de Somos del 16 de diciembre de 1977, cuyo título es “Cómo viven los desertores de la subversión”, da cuenta de la existencia de “Centros de Recuperación de Detenidos” (son los que luego se conocerán como centros clandestinos) y hasta transcribe declaraciones textuales de personas desaparecidas, sin identificarlas. En esa nota se habla de hombres y mujeres detenidos en esos “centros de recuperación” y de niños. Además, la revista exhibe fotografías del lugar. Todo indica que se trataría de la ESMA. En uno de los párrafos de la nota menciona las “cárceles de especial seguridad” y de una “experiencia única en el mundo”. Daniel Cabezas pide que “todo aquel que tenga información” se acerque a brindarla al juzgado y se ilusiona con que, “entre tantos periodistas y estudiantes de periodismo que tomaron el caso de mi madre para hacer una tesis, puedan colaborar y aportar datos concretos”.