Como pasó antes en General Villegas, en la localidad bonaerense de General Alvear se viven momentos de tensión por la denuncia de una violación de la que fue víctima una adolescente. “Todavía no hay orden de detención para nadie, y posiblemente hasta el lunes no haya novedades. Hay que esperar a que llegue el oficio”, informó ayer una fuente de la policía comunal de Alvear. En el caso, como sospechosos, están señalados dos adultos y un chico de 15 años. La víctima, que tiene 14 años, hizo la denuncia acompañada por su madre y aseguró que hubo un testigo: otro adolescente que se encontraba en el lugar y que, a pesar de la presión que ejercieron sobre él los otros tres varones, se negó a participar del abuso, aunque fue obligado a presenciarlo. El caso fue caratulado como “abuso deshonesto con acceso carnal”. La chica contó que fue llevada por su novio de 26 años, que sería hijo de un policía, a una casa donde había otros tres jóvenes, dos de ellos menores de edad. La joven identificó a los abusadores. Los conocía porque todos viven en General Alvear. De acuerdo con el relato de la adolescente, los dos mayores tienen 26 y 20 años, mientras que el chico que participó del abuso tiene 15. Un segundo adolescente, de 13, se negó a participar de la violación. La chica explicó que llegó a la vivienda donde ocurrieron los hechos porque tenía que encontrarse con uno de ellos. Por eso se sorprendió cuando advirtió que estaban los cuatro. Luego de la denuncia, la joven fue trasladada a la localidad de Azul, a unos 80 kilómetros de Alvear. Allí le hicieron estudios médicos y se tomaron muestras para tratar de establecer en forma fehaciente quiénes fueron los responsables del abuso. La policía precisó ayer que se hicieron allanamientos en la casa de los imputados, donde se secuestró ropa de los denunciados, los celulares y algunos elementos que habrían sido utilizados para sujetarla. El padre de la chica sostuvo que su hija “fue amenazada por los agresores”, con el fin de que ella “no hablara nunca sobre lo que le había pasado”. El padre aseguró que “la Justicia, aunque todos sus integrantes no son iguales, está para la joda. Como yo no tengo recursos, me dejan de lado. Ahora, si yo tuviera plata, las cosas serían distintas. Soy un simple albañil, no tengo ni un triste sueldo, soy un indigente”. También aclaró que es “amigo” de los padres de los acusados y admitió que hasta pensó en la posibilidad de hacer justicia por propia mano. “Si tuviera un arma, voy y los mato.” El hombre, que mantuvo su nombre en reserva para evitar que su hija fuera identificada, dijo que ella está “prácticamente todo el día encerrada” porque la policía le pidió que no la deje salir de su casa “para evitar una posible agresión”. El intendente de Alvear, Gustavo Marcos, dijo que le brindan “todo el apoyo a la nena y a la familia”.