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“Así como Pablo Neruda cruzó la cordillera en busca de la libertad, José de San Martín cruzó la cordillera para traernos la libertad”, señaló el presidente de Chile, Ricardo Lagos, en el recordatorio del centenario del nacimiento del enorme poeta chileno que ayer realizó el Congreso. El titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, y el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Jorge Argüello, lo acompañaron en el escenario. El cantante César Isella interpretó la versión que musicalizó en los ’60 del soneto 93 del libro Cien sonetos de amor y una versión de Canción con todos. En las sillas se acomodaba un amplio arco de senadores y diputados. Tan amplio, que incluso se vio a conspicuos militantes de la mano dura, como la riquista Mirta Pérez, quien abandonó el salón en el momento en que Camaño recordaba la fecha en la que Neruda se había afiliado al Partido Comunista. “Divididos seremos débiles, reunidos los batiremos sin duda alguna”, repitió Lagos, citando una carta de San Martín a O’Higgins. Las palabras de Lagos fueron acogidas con un caluroso aplauso por los legisladores que recibieron al presidente chileno en el Salón Azul, en donde se expusieron manuscritos, primeras ediciones y fotos de Neruda traídas especialmente de la casa museo de Isla Negra.