EL PAíS
La ciencia al servicio de la Justicia
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) será el que reciba este año el Premio Anual Azucena Villaflor de De Vincenti por su labor en la defensa por los derechos humanos. En un comunicado, la secretaría que preside Eduardo Luis Duhalde informó la decisión destacando la “lucha contra la impunidad y la denuncia de la metodología del terrorismo de Estado” encaradas por la organización. Este año el trabajo realizado por el EAAF revistió de un especial interés luego de la identificación de los restos de las Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor de De Vincenti, Esther Ballestrino de Careaga y María Ponce de Bianco y de la monja francesa Leónie Duquet. Los cuerpos habían permanecido enterrados como NN en el cementerio de General Lavalle y el hallazgo resultó de un valor fundamental para las investigaciones sobre los crímenes cometidos durante la dictadura, ya que por primera vez se logró un registro científico completo del circuito seguido por las víctimas de los “vuelos de la muerte”.
El equipo creado en 1984 por Luis de Fondebrider –que ya cosechó varias menciones en todo el mundo– logró identificar unos 250 cuerpos, no todos de personas desaparecidas, puesto que no se dedicó solamente a la búsqueda de las víctimas de la dictadura. En estos 21 años trabajó en 29 países y encaró la búsqueda de los restos del Che. La entrega de la mención fue inaugurada por el gobierno de Néstor Kirchner en reconocimiento a la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la impunidad. El año pasado recibieron el premio el obispo de Viedma Miguel Hesayne y la Madre de Plaza de Mayo Olga Márquez De Arédez, fallecida el 17 de marzo de este año a causa de la contaminación producida por los deshechos de la caña de azúcar en el ingenio Ledesma.