Ricardo Gil Lavedra es el único candidato para las elecciones de este mes que surgió de un proceso interno transparente y competitivo. El ex ministro de Justicia de Fernando de la Rúa obtuvo la candidatura a senador nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en una elección interna en la que derrotó al ex jefe de gabinete del mismo gobierno, Rodolfo Terragno. Los dos ingresaron en la política partidaria atraídos por el ex presidente Raúl Alfonsín. Gil Lavedra fue secretario del Interior durante su presidencia, y Terragno ministro de Obras y Servicios Públicos. En ambos casos, se sumaron al gabinete después de la derrota electoral de septiembre de 1987, es decir en el cuarto menguante del proyecto alfonsinista. Su inclusión en la Alianza con el Frepaso llegó también desde el alfonsinismo, del que Terragno se alejó luego. Los comicios radicales se llevaron a cabo el 15 de julio. Concurrieron a votar 15.200 afiliados de la UCR porteña, sobre un padrón de 171.000 radicales habilitados, es decir el 9 por ciento. Gil Lavedra, quien obtuvo 8214 votos para su lista Compromiso (53,9 por ciento), dijo que “las elecciones internas permiten seleccionar a los mejores candidatos, y por tanto mejorar la representación”. Terragno, quien concursó por la lista Renovación Progresista, explicó las diferencias entre ambos: “El es un jurista prestigioso y quiere contribuir a la mejora de la calidad institucional. En su opinión, el orden jurídico precede a la organización económico-social. Cree que, sin instituciones sólidas, hasta el mejor proyecto fracasa. En cambio, yo sostengo que la solidez institucional depende del grado de satisfacción social. Sobre una economía sólida y una distribución equitativa de la riqueza, se puede construir un edificio jurídico resistente. Erguido sobre la pobreza y la inequidad, todo el orden jurídico es un castillo de naipes”. No hubo denuncias de irregularidades ni de fraude y la misma noche de los comicios Terragno felicitó al vencedor. La candidatura de Gil Lavedra formará parte de la boleta de UNA, la coalición que postula como presidente al ex ministro de Economía Roberto Lavagna, quien fue designado por un grupo de dirigentes radicales, sin elecciones. Tampoco CFK, Elisa Carrió, Ricardo López Murphy, Alberto Rodríguez Saá, Fernando Solanas y Néstor Pitrola llegaron a sus candidaturas como consecuencia de un procedimiento participativo y cristalino como el que consagró a Gil Lavedra. Los resultados del 28 de octubre indicarán la incidencia que este procedimiento tiene sobre el electorado y arrojarán valiosos elementos de análisis acerca de la reforma política, una asignatura que sigue pendiente, a un cuarto de siglo de la finalización del último gobierno de facto.