Hoy la Selección de Martino se prueba contra Bolivia en Houston, pero el partido casi no se juega. ¿El motivo? No había plata para el traslado de los bolivianos, ya que los principales dirigentes de su federación de fútbol están presos, acusados por distintos delitos de corrupción, y son los únicos autorizados para mover los fondos de la entidad. Según la prensa boliviana, la solución la aportó, literalmente, el capitán del equipo, Ronald Raldes, quien adelantó 21.000 dólares de su bolsillo para financiar el viaje.