[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

“No le hace bien a nadie y creo que hay que ponerse de acuerdo lo más rápido posible para el bien de todos. Haría muy bien parar un poco la pelota y buscar lo mejor para el fútbol argentino y para la Selección”, pidió ayer Carlitos Tevez desde Houston, donde el equipo del Tata Martino jugará hoy frente a Bolivia. No es el primer integrante de la Selección que se mete a opinar sobre el conflicto de poder que atraviesa la AFA. Antes lo había hecho Javier Mascherano y hasta el propio entrenador del equipo nacional, lo que demuestra que las tensiones entre los dirigentes comienzan a traspasar fronteras.

Por más que Luis Segura sostenga que “el pacto no está roto”, a esta altura nadie le cree. Y menos aún luego del fuego cruzado entre las partes. Resulta más que evidente que la tregua firmada hace dos semanas entre quienes apoyan a Segura y quienes buscan un cambio radical en la gestión con el arribo del vicepresidente de San Lorenzo, Marcelo Tinelli, se resquebraja sin descanso.

Por el lado de Segura parecen haber encontrado en la relación empresarial que Tinelli tiene con Cristóbal López una suerte de talón de Aquiles para el aspirante a la presidencia de la AFA. “No solamente lo dijo mi hijo, lo han dicho varias personas. Yo prefiero no opinar”, insistió ayer Segura. Su propio hijo, Luis Fernando, vicepresidente de Argentinos, había cuestionado “éticamente” al conductor televisivo al señalar la “incompatibilidad” entre su deseo de manejar los hilos del fútbol argentino y su vínculo comercial con el empresario de medios.

El ataque frontal sobre los negocios de Tinelli y el desplazamiento de los dirigentes Roberto Fernández y Abel Martínez Garbino de la presidencia y vicepresidencia del Consejo Federal de Fútbol –ambos afines a la candidatura del conductor televisivo– no ha hecho más que horadar los raquíticos cimientos del acuerdo del que parece quedar muy poco en pie. De hecho, en medio del tire y afloje, ayer se volvió a postergar la cumbre entre Segura y Tinelli, que el miércoles tampoco había podido ser porque el empresario pegó el faltazo a la reunión convocada por su principal oponente en la carrera por el sillón presidencial.

En los pasillos de la AFA, algunos dirigentes todavía cuestionan la conferencia de prensa que Tinelli brindó apenas fue aceptada su candidatura. No sólo porque habló como si ya fuera el presidente de la entidad, sino porque se animó a mencionar, entre otras cosas, la necesidad de realizar auditorías externas en el organismo. El nuevo presidente del Consejo Federal, que maneja el fútbol del interior, el sanjuanino Alfredo Derito, no se quedó atrás. “Lamento que haya dirigentes que se encolumnen y se pinten la cara para ir a la guerra”, disparó. Luego alertó sobre la fuerte exposición que la AFA tiene por estos días en los medios y apuntó contra quienes plantan la “discordia”.

Tinelli, astuto manejador de los medios de comunicación y las redes sociales, a su regreso de Río utilizó su cuenta de Twitter, que siguen más se seis millones de personas, para lanzar sus dardos envenenados: “Buongiorno a todos. Volviendo de Río donde estuve trabajando ayer. No estuve muy conectado por acá. ¿Todo tranquilo?”, se preguntó. Se sabe, por supuesto, que la AFA es un hervidero.