La agente de policía de Salta que el domingo fue baleada en el rostro por su pareja y colega, quien luego se suicidó, falleció ayer en la capital provincial. Tras casi tres días de agonía, Marlene Elida Herrera, de 23 años, murió por un “shock hipovolémico por herida de arma de fuego”. Tenía un hijo de un año y era pareja del sargento ayudante Pablo Cardozo, de 44 años, quien mientras discutía con ella le asestó un disparo en el rostro, que tuvo con orificio de salida en la nuca. Cardozo huyó, y fue hallado horas después en un descampado cercano a las vías del tren, en Salvador Mazza, con un disparo en el pecho; a su lado estaba su arma. La joven, que se encontraba en el paraje Piquirenda, de la localidad de Aguaray, fue trasladada de inmediato al hospital Juan Domingo Perón, de Tartagal, y luego derivada al hospital San Bernardo, donde los médicos establecieron que tenía muerte cerebral.