SOCIEDAD › HARAN SU PROPIO EMPRENDIMIENTO 12 MIL ADOLESCENTES

A dejar atrás la exclusión

Unos proyectan volver a la escuela. Otros, instalar una huerta. O hacer teatro con chicos con discapacidades. Son 600 proyectos que chicos marginados pondrán en marcha ahora en la provincia.

Sus ojos vivaces aún guardan un dejo de tristeza. Pero aquellos cinco “difíciles” años de adicción al alcohol y a las drogas parecen haber quedado atrás, al igual que esas peleas furiosas con su mamá y aquella continua sensación de “no querer hacer nada”. Con sus 16 años, Tatiana se jacta de estar “a cargo” de la huerta del centro de rehabilitación donde vive: “Con mis compañeros fertilizamos la tierra con lombrices y después vendemos el humus. Además, tenemos un stand” en una cadena de hipermercados, cuenta, y rápidamente la cara de desazón se convierte en sonrisa. El proyecto en el que está sumergida Tatiana es una de las 600 iniciativas bonaerenses realizadas por adolescentes, que ganaron este año una beca destinada a poner en marcha o mejorar su emprendimiento. La ayuda económica está destinada a los 12 mil chicos “en situación de vulnerabilidad social” que integran los proyectos, en una provincia donde la mitad de los adolescentes son pobres.
En el caso del emprendimiento que encaran Tatiana y sus compañeros, el objetivo es utilizar el dinero de la beca para “comprar herramientas e insumos para que el proyecto crezca”. Un propósito similar tiene el proyecto seleccionado perteneciente a la entidad Pelota de Trapo, de Avellaneda, que consiste en la realización de talleres de panadería, diseño de impresión gráfica, horticultura y fabricación de dulces. “La idea es enseñar a los chicos un oficio para facilitarles su inserción laboral”, explicó Laura Taffetani, integrante de la organización.
Las iniciativas –de las más diversas temáticas– fueron seleccionadas en el marco del proyecto “Adolescentes” del gobierno bonaerense, que apunta a revertir la realidad de chicos de entre 14 y 21 años. El objetivo del programa es mantener a los jóvenes dentro de la escuela y capacitarlos en artes y oficios que los contengan socialmente y les otorguen una posible salida laboral. Para participar del proyecto, los jóvenes deben permanecer en la escuela. Ahora, cinco de cada 20 adolescentes que viven en la provincia no estudia ni trabaja, según datos del Ministerio de Desarrollo Humano bonaerense. De todos modos, existen iniciativas en los que la beca de hasta 150 pesos que recibe cada chico tienen un perfil más asistencialista, pese al objetivo del programa. En algunos casos, son los mismos municipios los que proveen de insumos y herramientas a los adolescentes. “Con la plata, yo quiero ayudar a mis papás”, admitió una joven, perteneciente a uno de los proyectos.
Mariano, de 20 años, y Jonathan, de 14, pertenecen al proyecto “Un teatro con capacidades diferentes”. Por momentos, sus constantes ganas de hablar, además de su estado permanente de alegría, hacen que justamente su “diferencia” sea intrascendente. La idea de este taller de teatro de San Miguel es juntar a adolescentes con y sin discapacidades para “prepararlos a una integración con el medio”, según señaló la profesora del taller, Vilma Mega. La docente se acercó a varias escuelas públicas del distrito para que los chicos que no podían acceder a esta actividad se puedan incluir en la iniciativa.
“A mí me encanta actuar. Una vez hice de muñeco”, enfatizó Jonathan, mientras Mariano insistía en que los nombres de sus compañeros del taller sean incluidos en el reportaje. “Aprendo un montón de los chicos (discapacitados) con los que voy al taller. La sensibilidad y la falta de individualismo con la que se manejan es increíble”, expresó Aldana, de 15 años. El proyecto prevé que, luego de finalizar su primera obra, se den funciones en organizaciones y comedores comunitarios, además de ofrecer obras pagas, para que después se reparta el dinero ente los integrantes del taller.
En el Hogar Evita de la ciudad de Zárate, las propias chicas que viven allí se encargarán de dar charlas en el barrio con el objetivo de prevenir adicciones y evitar que los jóvenes de su misma edad abandonen la escuela. “Veo a muchos chicos que toman drogas o dejan de ir al colegio y no me gusta porque se arruinan la vida”, señaló Marisa Ruiz, de 15. Además de los 12 mil chicos de la primera etapa, el programa prevé incluir a otros tantos en futuras selecciones. Estos proyectos, al igual que el resto, fueron presentados esta semana durante un encuentro al que asistieron unos 8 mil jóvenes, además del ministro bonaerense de Desarrollo Humano, Juan Pablo Cafiero, y el gobernador Felipe Solá. El encuentro se completó con ritmos circenses, las canciones de La Mosca y la música de protesta de Ignacio Copani, que en sus temas se preguntaba “cuándo se escribirá ¡gracias gobernante!, ¡viva el que viene!, ¡viva el que fue!”.
Informe: Maricel Seeger.

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Las iniciativas fueron presentadas en un acto en Martínez al que concurrieron 8000 chicos.
 
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