Después de la toma que comenzó el lunes, los estudiantes de la Escuela Normal María Claudia Falcone, del barrio de Palermo, levantaron la medida y acordaron con las autoridades del gobierno porteño suspender las clases hasta el lunes próximo, para evaluar mientras tanto el resultado del peritaje que ayer hicieron los bomberos y determinar si el edificio es habitable. En tanto, una comisión conformada por padres, estudiantes y autoridades de la escuela buscará, en un plazo máximo de tres meses, un edificio cercano para mudar a la comunidad educativa e iniciar en el actual establecimiento obras de mayor envergadura.

Si la pericia –cuyos resultados estarían disponibles en las próximas 72 horas– indica que las instalaciones del colegio son seguras, las clases continuarán en el mismo predio hasta que las autoridades consigan otro edificio en la zona.

Por su parte, la directora de Infraestructura escolar porteña, Beatriz López, y el jefe de gabinete del Ministerio de Educación de la ciudad, Jimi Perscyk, se comprometieron con los estudiantes a resolver los problemas de infraestructura más urgentes para que las clases puedan retomarse a partir del lunes.

El martes, un equipo de mediadores del Ministerio de Educación porteño se había reunido con estudiantes, padres y autoridades de la escuela para tratar de llegar a un acuerdo. Pero los alumnos habían ratificado la medida hasta que desde la cartera educativa se comprometieran a buscar una nueva sede para el establecimiento. Ayer hubo otra reunión y los estudiantes y docentes acordaron juntarse una vez más el lunes por la mañana para evaluar las pericias y retomar la medida, si los resultados sobre el estado del actual edificio son negativos.

“Los reclamos son muchos, pero la gota que rebalsó el vaso fue la caída del cielorraso del techo del aula de 4 3ª”, explicó Natasha, vocera de la asamblea estudiantil. Sobre el cielorraso, que fue desmantelado por completo para evitar otros desprendimientos, los albañiles hallaron nidos de palomas y ratas. El aula, cubierta de plumas y excrementos, fue clausurada y los estudiantes iniciaron la toma del colegio el lunes último por la noche, porque, según afirmaron, no hubo respuesta oficial ante los reclamos.

López propuso una “solución a corto plazo”, como la desinfección de la escuela y los arreglos al techo del aula más afectada. A “mediano plazo”, dijo la funcionaria, el gobierno va a encarar obras de mayor envergadura para resolver los problemas que presentan las instalaciones.