Lo acusaron de haber robado un televisor. Lucas, de 15 años, dijo que no tenía nada que ver. Palabras más, palabras menos, los tres hombres, dos de ellos suboficiales de la Armada en actividad, se cansaron de la negación del adolescente y se lo llevaron a la vieja usanza, en un Falcon verde con vidrios polarizados. Bien podría tratarse de un relato de la Argentina de los ’70. Sin embargo, ocurrió el pasado lunes, en la ciudad bonaerense de Luján. Ayer, el joven apareció asesinado de tres balazos, uno de ellos en la nuca, y calcinado, en un descampado de esa localidad. Los imputados, hermanos entre ellos, fueron identificados por los vecinos como quienes se habían llevado cautivo al chico y ya fueron detenidos. Hoy por la mañana serán indagados por la fiscal que lleva la causa.

Lucas Sebastián Ivarrola había desaparecido el lunes por la tarde. Ese día, alrededor de las 17.30, se encontraba en la casa de un vecino en un barrio del partido de Moreno. De repente, según los testimonios en la causa, Carlos, Jorge y Oscar Romero ingresaron a la casa por la fuerza y comenzaron a increpar al joven.

Según el relato del dueño de la casa, “los hombres eran conocidos del barrio y le reclamaban a Lucas que les devolviera el televisor robado días atrás”, a lo que el chico les respondía que no tenía ni idea de lo que hablaban. Aparentemente, uno de los hombres había sufrido dos semanas atrás un asalto en su vivienda, de la cual le habían robado un televisor y otros objetos de valor. Por aquel hecho acusaba al adolescente y le reclamaba desde hacía varios días la devolución de todo lo sustraído.

Pero a pesar de la respuesta de Lucas, los hombres se lo llevaron por la fuerza: lo subieron al Falcon y desaparecieron. “Lo vamos a solucionar de alguna manera”, dijeron los hombres cuando se llevaban al muchacho, según el testigo.

En ese momento, el vecino se dirigió a la casa de la madre del joven para contarle qué había pasado y dijo que los hombres que se lo habían llevado eran los hermanos Romero, muy conocidos en la zona.

La madre de Lucas, Graciela Gauto, de 39 años, esperó el regreso de su hijo, pero al ver que no volvía, cerca de la medianoche, decidió concurrir a la comisaría primera de Moreno para hacer la denuncia por la desaparición.

Ayer por la mañana, un vecino de Luján denunció en la comisaría primera de esa ciudad la aparición de un cadáver totalmente calcinado en un descampado. Efectivos de esa seccional policial fueron al lugar y encontraron el cuerpo de un adolescente, que presentaba al menos un balazo en la nuca.

Ante esa situación, y enterados de que había un adolescente desaparecido, avisaron a la comisaría de Moreno para intentar constatar si se trataba del mismo chico.

Finalmente, el cadáver fue identificado como el de Lucas por sus padres, que al concurrir a la morgue no dudaron al ver la vestimenta que llevaba su hijo en el momento de la desaparición. Los resultados de la autopsia determinaron que el joven había recibido tres balazos, uno de ellos en la nuca, y había muerto carbonizado.

La fiscal de Moreno que interviene en el caso, María Gabriela Urrutia, ordenó la detención de los tres hermanos, llamados Carlos, Jorge y Oscar Romero, quienes serán indagados hoy a primera hora.

Fuentes judiciales dijeron que los hermanos fueron apresados durante tres procedimientos realizados en sus respectivas casas y ninguno de ellos se resistió a la detención ni negó el episodio.

Por su parte, la fiscal ordenó el secuestro del Ford Falcon verde que pertenece a uno de ellos, dentro del cual se encontró un bidón con restos de combustible, con los que pudieron haber calcinado al joven.

En tanto, ayer por la noche, policías de la Delegación de Investigaciones (DDI) de Mercedes realizaban nuevos procedimientos en busca del arma de fuego con la cual pudieron haber disparado contra el adolescente.