En la madrugada de ayer, la parrilla de Forest y Zárraga, en el barrio de Colegiales, todavía estaba abierta al público. Pero sólo había mesas ocupadas por amigos y familiares de Ignacio Bareiro, el dueño del comercio. El motivo de la reunión era el cumpleaños número 26 de su hijastro, Jorge Daniel Almada. Cinco minutos después de la medianoche, dos jóvenes, de 17 y 19 años, entraron al local para robar la recaudación, y en cuestión de segundos el asalto se complicó. El dueño de la parrilla, que había ido al baño, apareció por una escalera y le dispararon dos tiros a quemarropa. Otro de los blancos fue el joven del cumpleaños, que intentó detener al asesino de su padre. Los asaltantes se fugaron en un taxi robado que los esperaba en la puerta del comercio, con otro de los cómplices, un hombre de 34 años. Poco después fueron detenidos tras tirotearse con la policía. Uno de los asaltantes, el de 19 años, había sido liberado por la Justicia hace ocho días (ver aparte), después de pagar una fianza.

“De pronto nos encontramos con esos dos tipos parados en el medio del salón, que nos amenazaron con armas. Querían plata y nos gritaban a todos que les diéramos las billeteras y celulares”, contó Rubén Bareiro, de 21 años, otro de los hijos de Bareiro. En el festejo había unas 15 personas, entre las que estaba la hija de Almada, de 4 años.

Luego de juntar el dinero que había y cuando estaban a punto de irse, apareció en escena el dueño del local, Ignacio Bareiro, quien bajó las escaleras desde el primer piso al salón principal. Antes de que entraran los asaltantes había ido al baño y no estaba enterado de lo que estaba ocurriendo.

“Mi viejo se quedó helado y automáticamente fue uno de ellos corriendo, lo empujó y lo puso contra la pared, mientras el otro le gritaba: ‘Tirale, tirale’”, recordó Rubén, quien dijo que acto seguido se escuchó el disparo contra su padre. En ese momento, Bareiro cayó en medio del salón. La autopsia determinó que murió como consecuencia de “lesiones por disparos (dos) de arma de fuego en tórax y hemorragias internas y externas”.

El hijo de la víctima aseveró que a su padre “prácticamente lo fusilaron” y precisó que él y su hermano, Jorge Almada, intentaron detener a los adolescentes armados. “En ningún momento nos resistimos al robo, pero después, mi hermano y los demás agarraron al que había matado a mi viejo y yo salí corriendo al otro que me disparaba”, explicó. El joven que había sido apresado logró escapar cuando todos fueron a atender al dueño del local.

Después de seguir a uno de los asaltantes hasta la esquina, el joven de 21 años regresó a la parrilla y se encontró con su hermano Jorge, herido frente a la puerta de la parrilla. Rubén sufrió algunos cortes en la cabeza a raíz de culatazos que recibió del asaltante al que había seguido. Finalmente, los dos ladrones se fueron en el taxi que los esperaba.

Margarita Torres, esposa y madre de las víctimas, relató entre lágrimas: “Mi hijo Jorge intentó atajar a un ladrón y se trabó en lucha con él, entonces el otro le disparó y lo hirió de dos tiros en la espalda”. El joven fue trasladado herido al hospital Tornú, donde murió horas después.

A raíz de la denuncia del propietario del taxi robado, policías de la seccional 39 atraparon a los tres asaltantes, en Parque Chas. En el auto se encontró una mochila con prendas manchadas de sangre, una pistola 9 milímetros y 200 pesos.

Para un comerciante de la zona, “en dos años nunca apareció por acá un chaleco naranja”. “Hubo un policía por 15 días porque al Pet Shop, a mitad de cuadra lo robaron dos veces en una semana, pero en lugar de cuidar, el policía le hacía boleta s por mal estacionamiento”, afirmó.