SOCIEDAD

Golpes, robo y violación en un taxi a la salida de un concierto

Dos mujeres tomaron un taxi en Liniers, después de ver el recital de Diego Torres. El taxista se desvió, las golpeó y robó, obligó a una a bajarse y se llevó a la otra a Ezeiza.

Cerca del Mercado Central, camino a Ezeiza, en el partido de La Matanza, una mujer de 26 años fue violada por un taxista que todavía no ha sido identificado y cuyo vehículo fue abordado por la víctima en el estadio de Vélez Sarsfield, en el barrio porteño de Liniers, donde había asistido el viernes por la noche al recital del cantante Diego Torres. La denuncia fue hecha por la mujer, con el aval del testimonio de una amiga de 28 años, que iba con ella en el mismo taxi. Antes de cometer el ataque sexual, el chofer había golpeado a las dos mujeres, les había robado y a una de ellas, la mayor, la obligó a bajar del vehículo. Luego se llevó por la fuerza a la más joven y abusó de ella. Cuando la víctima pudo escapar, se dirigió a una remisería y fue asistida por otro chofer que es padre de una chica que fue abusada en 2004. Ese caso es recordado porque la joven atacada, de un mordisco, le cortó un pedazo de lengua al violador.

El viaje hacia el horror comenzó pasada la medianoche del viernes, cuando las dos mujeres se retiraron del estadio de Vélez, luego de asistir al recital de Diego Torres, y se subieron a un taxi con destino a la localidad bonaerense se Adrogué, en el partido de Almirante Brown, donde reside la mujer que fue abusada. Las dos pasajeras, a poco de andar, se dieron cuentan de que el chofer se desviaba de la ruta que debía tomar. Cuando le preguntaron el porqué, les respondió: “Hay que hacer un rodeo porque hay mucha gente saliendo del recital”, precisó un vocero policial.

El taxista subió a la avenida General Paz en dirección a la zona sur del Gran Buenos Aires. Al llegar al cruce con Provincias Unidas (Ruta 3), el chofer las golpeó a las dos y bajo amenaza, les robó dinero en efectivo y los teléfonos celulares. Luego, en vez de seguir hacia Adrogué, se desvió en dirección al partido de La Matanza. Al llegar a la localidad de Isidro Casanova, el conductor abandonó a la pasajera de 28 años, quien apenas bajó se dirigió a la comisaría más cercana para hacer la denuncia.

El chofer devenido delincuente llevó a la pasajera de 26 años hacia las cercanías del Mercado Central, pasando la autopista Riccheri, donde cometió el abuso sexual. La víctima fue abandonada en ese lugar y pudo llegar hasta una remisería ubicada en Olavarría y Stranford, en el barrio de Villa Celina. Allí fue socorrida por Jorge Díaz, padre de una joven que también fue violada en el año 2004. “Vi a la mujer a las 2 de la mañana, cuando regresé de un viaje y la noté pálida, nerviosa, llorando, temblando y en estado de shock”, relató a la prensa el remisero Jorge Díaz.

“La chica contó muy poco, a la encargada de la agencia, sobre lo que le había ocurrido. La encargada de la agencia le dijo que hablara conmigo porque a mi hija le había pasado algo similar”, confió Díaz. El hombre contó que una hija suya, de 24 años, fue abusada sexualmente en octubre de 2004, en el barrio porteño de Flores. En la esquina de Nazca y Rivadavia, un hombre invitó a la joven a tomar una cerveza y como ella se negó, la obligó a subir a su auto y la violó en Terrada y las vías del ex ferrocarril Sarmiento. La joven le cortó de un mordisco un pedazo de la lengua, en su intento por defenderse. Por ese hecho, el agresor fue juzgado y condenado en abril de este año a 10 años de prisión por el Tribunal Oral en lo Criminal 24 de la Capital Federal.

“Intenté hablarle pero estaba inhibida, falta de confianza y luego vino un compañero que la llevó hasta Villa Tesei, a la casa de una amiga, donde se encontró con sus padres”, precisó Díaz. Fuentes policiales explicaron que la víctima, acompañada por sus padres, fue al Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, donde los médicos la asistieron e hicieron la denuncia ante la comisaría octava de Villa Galicia. En la causa interviene la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 14 de Lomas.

Las actuaciones fueron giradas luego a la Jefatura Departamental de La Matanza, en cuya jurisdicción ocurrió el hecho denunciado. En ese caso interviene la UFI número 3. Personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de La Matanza realizó ayer distintos operativos para tratar de dar con el violador. La mujer abandonada en Casanova dijo que el taxi era un Peugeot 504 y que su conductor era un hombre de unos 35 o 40 años, de contextura obesa, pelo corto de color negro y vestía un buzo.

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La chica violada logró llegar a una remisería y fue ayudada por un chofer, padre de otra violada.
Imagen: Pablo Piovano
 
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