Un simulacro de accidente aéreo se realizó ayer en el aeropuerto de Ezeiza con la participación de más de 300 personas. En el operativo se detectaron algunas fallas en lo que respecta al cuidado necesario en el salvataje de los heridos. El ensayo se hizo entre las 11 y las 12.30, y consistió en simular el accidente de una aeronave de gran porte con 250 pasajeros y 10 tripulantes a bordo. Un total de 94 actores participaron para darle mayor veracidad a la situación de las supuestas víctimas.

En el simulacro, un Boeing 737 sufrió una falla en el sistema de comandos, luego de aterrizar, lo que provocaba un despiste, el incendio y la destrucción de una parte del fuselaje, tras un violento impacto contra el piso. De la aeronave comenzaron a salir columnas de humo y 56 personas –todos actores– sufrieron heridas leves y otras 38 lesiones de mayor gravedad, por lo que gritaban de dolor, pedían ayuda o estaban en estado de shock. Después del supuesto accidente, distintos servicios de emergencia concurrieron al lugar a realizar el salvamento, que consistió en la extinción de incendios y en la clasificación de víctimas para su evacuación, teniendo en cuenta el estado de cada una de ellas.

Los médicos tuvieron que hacer un diagnóstico sobre cada uno de los heridos, que dispersos alrededor del avión presentaban desde meros raspones hasta fracturas expuestas y pérdidas de miembros. Participaron efectivos del Sistema de Emergencia Aeropuerto Ezeiza, el Cuartel de Bomberos de Ezeiza, Bomberos Voluntarios de Tristán Suárez e integrantes de los distintos sistemas de sanidad y de emergencia.

A los heridos leves se los evacuó en forma inmediata y a los graves se los atendió en el lugar. Después también fueron llevados a distintos centros asistenciales. Un vocero de la Fuerza Aérea, tan cuestionada en los últimos tiempos por todo lo que tiene que ver con la seguridad en vuelo, explicó que fue “un simulacro parcial, porque no se tuvieron en cuenta posibles fallecidos o ilesos. Esos dos extremos sólo son representados en simulacros generales”.

“El ejercicio fue muy positivo dado el realismo de los actores, la celeridad en la clasificación por prioridad de los heridos”, afirmó. No obstante, hubo algunos problemas con el salvataje. Por ejemplo, algunos camilleros corrían con los heridos cuando debían moverse con lentitud para evitar mayores complicaciones. Algunas unidades del Servicio de Atención Médica de Emergencia (SAME) tuvieron demoras para entrar al edificio por problemas de admisión con la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

De todos modos, el vocero afirmó que “este tipo de problemas se producen porque, por fortuna, no hay accidentes aéreos tan seguidos que permitan conocer las respuestas de todos los sistemas trabajando en equipo”.