El hospital de Puerto Madryn retirará su pedido judicial para que se desconecte el respirador artificial que mantiene en estado vegetativo a un niño con muerte cerebral. Así lo anunciaron las autoridades del hospital Andrés Isola; dos días antes, el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, ya había garantizado a José Luis Andrade, padre del niño, el uso del aparato por tiempo indefinido. En su oportunidad el comité de bioética del hospital había avalado la supresión del respirador, ya que se trataba de “un cuadro irreversible en el que el cuerpo se halla, de hecho, seccionado de la cabeza” y el aparato hacía falta para casos de urgencia. Sin embargo el obispo de Chubut, Virginio Bresanelli, se había opuesto a lo que llamó “implementar políticas de legitimación de la eutanasia”.